Esta es una de esas actividades sanas, divertidas y muy originales. Se hace junto al
laguito de Härzlisse, una joya a 1.800 metros de altura en Bruni, junto a Engelberg, en Suiza. Se llega mediante un teleférico y depués un telesilla, aunque si se desea este último tramo también se puede hacer andando por una ruta muy bien señalizada.
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Lago de Härzlisse, Bruni, Engelberg, Suiza
La actividad conocida como Kitzelpfad (Pies felices) consiste en un recorrido de 220 metros, descalzo, alrededor del lago sobre diferentes materiales: arena, piedrecitas, madera, cortezas de árbol, musgo, fango...Al final del recorrido espera un jacuzzi para los pies. Es una experiencia muy divertida y al final los pies te quedan como nuevos.
Como veréis hice el recorrido con la cámara fotografiándome los pies. No es que sean muy fotogénicos, pero... Para que veáis la diferencia, la periodista y fotógrafa de viajes italiana
Amanda Ronzoni hizo un interesante experimiento periodístico. Tomó fotos con su Iphone, filtros incluidos, y gracias al
Pocket Connect de Swisscom colgó
su reportaje de Kitzelpfad en tiempo real en su blog. Como veréis eligió pies mucho más fotogénicos que los míos.
La visita a Bruni se puede complementar con numerosas excursiones y escaladas de diferentes grados de dificultad (Via Ferrata)
El tiempo en alta montaña es muy variable y en esta ocasión fue amable con nuestro grupo y nos dejó finalizar todas nuestras actividades al aire libre. Tras acabar nuestro recorrido comimos y se puso a llover a cántaros. Esta es la vista mientras esperábamos el teléferico de vuelta a Engelberg.
Para los interesados, encontraréis toda la información y datos prácticos en
la página web del Turismo de Suiza .
Muy original! Y, como bien dices, sana y natural! Sólo de verlo ya se nos han relajado los pinreles!
ResponderEliminarPaco, perquè no portes les ungles pintades, si no els teus peus serien millors que els de l'Amanda, paraula d'explorador.
ResponderEliminarQuin fallo! No hi vaig pensar, Emili. Encara que els peus que va fotografiar l'Amanda no eren els seus, eren els de la Monika, la del anorak Vermell
EliminarHace tres años, al cruzar Suiza a mi vuelta de vacaciones en Munich, se me rompio la bomba del gasoil de mi Yunday "Matrix" (guarreria de coche que no le recomiendo a nadie, dicho sea de paso)resulta que la dichosa `pieza no la tenian en todo el país y hubo que traerla de Bélgica lo cual llevó 5 dias y 6 noches, ya que pillo un fin de semana de por medio. Mi seguro de asistencia me alojó en un hotelito precioso en medio de unos prados llenos de vacas en un pueblecito llamado Zofingen a pocos klm de Lucerna. Bueno, el caso es que lo que en principio me pareció una desgracia se convirtió en unos dias maravillosos que mi mujer y yo no olvidaremos jamás.
ResponderEliminarUn abrazo Paco y gracias por esas lecciones magistrales que nos das por aquí :)
Querido amigo,
EliminarNo hay mal que por bien no venga. Me imagino, primero el disgusto, y después la maravilla de permanecer seis días, encima todo pagado, en un lugar así.
Un abrazo
Me ha encantado esta historia de los pies felices en Suiza. Yo estuve el verano pasado pero no en ese lugar en concreto, qué lástima, de haberlo sabido hubiera pasado para alegrar a mis pies. Son unos paisajes increíbles, me encanta el verde, los montañones y sobre todo, las vacas!!! Me noto mis pies ahora más fresquitos :-)
ResponderEliminarPara eso estamos, Ana. Me alegro de que tus pies estén ahora más fresquitos.
EliminarSolo le falta un pequeño tramo con brasas al estilo de San Pedro de Marnrique.
ResponderEliminarCuantos detalles como estos nos perdemos a veces simplemente por pensar que lo sabemos todo.
Un abrazo
Una buena idea. Pasar corriendo y meterlos en el agua inmediatamente. Se lo propondré.
ResponderEliminarUn abrazo