cada vez estoy más de acuerdo con las tesis de este artículo.
publicada en el diario El País el 9 de septiembre de 2012. Pero
Mis preguntas van en rojo y he extraido fragmentos del artículo como respuestas.
¿Cómo puede ser que tras 5 años de crisis no haya ni un solo partido político que tenga una estrategia para sacarnos de esta?
La clase política española, como élite extractiva que consiste en tener un sistema de captura de rentas que permite, sin crear riqueza nueva, detraer rentas de la mayoría de la población en beneficio propio , no puede tener otra estrategia de salida de la crisis distinta a la de esperar que escampe la tormenta. Cualquier plan a largo plazo, para ser creíble, tiene que incluir el desmantelamiento, por lo menos en parte, de los mecanismos de captura de rentas de los que se beneficia. Y eso, por supuesto, no se plantea.
¿A dónde ha ido a parar todo el dinero que se debe y que parece haber desaparecido? ¿Por qué además de las autonomías históricas con lengua propia aparecieron 14 más, el famoso café para todos?
Se produjo un crecimiento vertiginoso de las Administraciones Públicas: 17 administraciones y gobiernos autonómicos, 17 parlamentos y miles -literalmente miles- de nuevas empresas y organismos públicos territoriales cuyo objetivo último en muchos casos, era generar nóminas y dietas. A partir de una Administración hipertrofiada,
la nueva clase política se había asegurado un sistema de captura de rentas -es decir un sistema que no crea riqueza nueva, sino que se apodera de la ya creada por otros- por cuyas alcantarillas circulaba la financiación de los partidos.
¿Por qué ha habido tremendas peleas, como la de Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz Gallardón para poner a sus hombres de confianza en las cajas de ahorro?
Las comunidades autónomas se apresuraron a aprobar sus propias leyes de Cajas y, una vez asegurado su control,
poblaron los consejos de administración y cargos directivos con políticos, sindicalistas, amigos y compinches. Por si esto fuera poco, las Cajas tuteladas por los gobiernos autonómicos hicieron proliferar empresas, organismos y fundaciones filiales, en muchas ocasiones
sin objetivos claros aparte del de generar más dietas y más nóminas.
¿Por qué mientras se recortan prestaciones, salarios y derechos suben impuestos y tarifas como la eléctrica?
La burbuja de las energías renovables. España representa un 2% del PIB mundial y está pagando el 15% del total global de las primas a las energías renovables. Este dislate, presentado en su día como una apuesta por situarse en la vanguardia de la lucha contra el cambio climático, es un sinsentido que España no se puede permitir.
Pero estas primas generan muchas rentas y prebendas capturadas por la clase política y, también hay que decirlo, mucho fraude y mucha corrupción a todos los niveles de la política y de la Administración. Para financiar las primas, las empresas y familias españolas pagan la electricidad más cara de Europa, lo que supone una grave merma de competitividad para nuestra economía. A pesar de esos precios exagerados, y de que la generación eléctrica tiene un exceso de capacidad de más del 30%
, el sistema eléctrico español ostenta un déficit tarifario de varios miles de millones de euros al año y más de 24.000 millones de deuda acumulada que nadie sabe cómo pagar. La burbuja de las renovables ha pinchado y… ¡ahí queda eso!
¿Por qué en estos tiempos tan difíciles nuestros políticos hacen oídos sordos a propuestas de la ciudadanía- no de ellos- a que los miembros del Parlamento Europeo no viajen en avión en clase preferente o a que se supriman las dietas de residencia para asistir a las sesiones parlamentarias en Madrid a gente que vive allí?
¿Por qué el 10 de junio después de que de Guindos anunciara que España pediría el rescate de la banca, Mariano Rajoy y sus colaboradores se fueron en avión a ver el primer partido de la Eurocopa y cenaron rodaballo, solomillo y se bebieron 7 botellas de vino y 10 cervezas por un importe de mil euros, y en estos vuelos suelen comer siempre jamón ibérico de bellota de a 190 euros el kilo?
Los políticos españoles son los principales responsables de la burbuja inmobiliaria, del colapso de las cajas de ahorro, de la burbuja de las energías renovables y de la burbuja de las infraestructuras innecesarias.
Estos procesos han llevado a España a los rescates europeos, resistidos de forma numantina por nuestra clase política porque obligan a hacer reformas que erosionan su interés particular.
¿Por qué ocurren cosas como estas? La semana pasada saltó la polémica al saberse que varios familiares de miembros del PP habían sido 'enchufados' en diferentes cargos en organismos dependientes del Estado. Además del marido y el hermano de Cospedal, familiares de Arias Cañete, Esperanza Aguirre o Zaplana, entre los que encontraron una nueva ocupación con el Gobierno de Rajoy. También el marido de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha encontrado trabajo, en su caso en Telefónica.
En ausencia de procedimientos establecidos para seleccionar plantillas,
los políticos colocaron en las nuevas administraciones y organismos a deudos, familiares, nepotes y camaradas, lo que llevó a una estructura clientelar y politizada de las administraciones territoriales que era inimaginable cuando se diseñó la Constitución.
Vale la pena leer el artículo completo de César Molinas y ni que decir que estaré esperando su libro ¿Qué hacer con España?, del que este artículo es uno de los capítulos y que se publicará en el 2013.
De todas maneras hay carencias evidentes en sus razonamientos. ¿Dónde están la banca y las grandes empresas? ¿Sólo tienen culpa los políticos? Para calibrar el artículo de Cesar Molinas os recomiendo éste de Ignacio Escolar "También hay élites y calamares vampiro más allá de la política". En el dice cosas como:
"
¿Tienen responsabilidad los partidos políticos
en lo que ha pasado en España? Por supuesto, y mucha.
Pero no están ellos solos en esa foto. También habría que poner el foco en la élite económica; al menos a la “élite política” la podemos echar con los votos. De hecho,
los autores originales de la idea de las “élites extractivas” hablan de dos oligarquías: políticos y banqueros. ¿Por qué Molinas solo traduce una? ¿De verdad no tuvo nada que ver en el boom inmobiliario el sector financiero español, con sus hipotecas al 110% del valor nominal? ¿No se nutrió de esa burbuja esa misma banca a la que ahora entre todos rescatamos? ¿Habría publicado El País este artículo con llamada en portada si Molinas hubiese cargado esas mismas tintas (de calamar) sobre el poder económico?"
¿Qué os parece?¿Podemos hacer algo? ¿Es la manifestación de ayer en Madrid, el 25 S, una muestra de lo que va a pasar cada vez más a menudo?