Las apariencias engañan, ¿verdad? Es la foto tomada un segundo después de la del post anterior. Con esta mini secuencia creo que la respuesta a la pregunta ya no ofrece ninguna duda.
Pero en lo que no acerté es en la actitud de las chicas. Verás.
En la primera foto, la de las bambas rosas parece distante, como si le molestara la efusión de la otra. Por eso interpreté que se marchaba. Acaso tenía prisa.
En la foto de ahora, es un poco al revés: la de las bambas rosas se gira, sonríe, quizá piense que estuvo algo fría en esa despedida. Y la otra, la del bolso le da una última indicación pero ahora es ella la que parece tener prisa. No prisa de ponerse a correr, pero sí prisa de estar ya en otra.
Vaya, no acerté. Ha sido un juego muy divertido e interesante, Paco.
ResponderEliminarYa iré haciendo más, si se me ocurren Bru.
EliminarSí, acerté.
ResponderEliminarPero en lo que no acerté es en la actitud de las chicas. Verás.
En la primera foto, la de las bambas rosas parece distante, como si le molestara la efusión de la otra. Por eso interpreté que se marchaba. Acaso tenía prisa.
En la foto de ahora, es un poco al revés: la de las bambas rosas se gira, sonríe, quizá piense que estuvo algo fría en esa despedida. Y la otra, la del bolso le da una última indicación pero ahora es ella la que parece tener prisa. No prisa de ponerse a correr, pero sí prisa de estar ya en otra.
Lo dicho, la cantidad de interpretaciones que se puede hacer de una fotografía, Eastriver.
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