(Continuación de Viaje a Ghana I)
Martes 20 de mayo.
Llamo a Madrid, al teléfono de contacto que me ha dado Pepe Baeza y me identifico.
-Hola. Soy Giovanni-me responden.-Para entrar en Ghana se necesita la vacuna de la fiebre amarilla. Para el resto de requisitos dame tu e-mail y te los envío - me explica.
Cuando llego a casa por la noche ya he recibido el e-mail. Esta es la lista de lo que me piden:
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Formulario de solicitud de visado rellenado.
4 fotos carné.
Copia de la tarjeta sanitaria de vacunación.
Pasaporte original y una copia.
Certificado de Antecedentes Penales validado por el Ministerio de Justicia.
Formulario de la acreditación de prensa.
Carta de presentación de la empresa para la que hago el trabajo. En este caso Magazine de Vanguardia.
Y avisa: Los viajeros a Ghana están obligados a vacunarse contra la Fiebre Amarilla, aunque también se recomiendan otras vacunas como las de la Malaria, Hepatitis B, Fiebre Tifoidea, Tétanos, Difteria y Meningitis.
Miércoles 21 de mayo.
A primera hora acudo al centro de Sanidad exterior.
-Buenos días, hay que pedir reserva con antelación-me informan.
-Si, ya lo sé, me he vacunado otras veces. Pero soy fotógrafo, tengo un encargo urgente del que me avisaron ayer y salgo el lunes-le explico a la encargada.
-Esta bien, si te esperas te llamaremos cuando podamos, mientras tanto ves rellenando esta solicitud.
Por suerte aún no es época de vacaciones de verano. Me tocó una vez vacunarme para ir a Tanzania en julio y ni os cuento.
Me llaman al cabo de una hora. Por suerte ya tengo la vacuna de la Fiebre Amarilla y todas las otras recomendadas. Sólo me dan un refuerzo de la Tifoidea y una receta para tomar las pastillas contra la Malaria, Malarone. Una para el día antes de llegar a Ghana, otra cada día de la estancia (4) y siete más, cada día, a la vuelta para completar el tratamiento. Odio tener que tomar estas pastillas porque los efectos secundarios suelen ser muy fuertes. Por lo menos ya no son Lariam, unas pastillas con las que una vez tuve problemas graves. No sé que opinarán sobre ellas mi ex compañero de colegio y ahora también del mundo bloguero, el doctor Santi García Tornel o la pediatra y fotógrafa Lola Montserrat.
Por la tarde llamo a Pepe Baeza al Magazine. No tengo más remedio.
-Pepe, me piden una carta de acreditación de Vanguardia.
-¿Una carta? Bueno, hazla tu mismo y tráela para que te la firme el director. Pero sobre todo, especifica que es un encargo para hacer fotos en Ghana SÓLO los 4 días que estarás allí-remarca.
Jueves 22 de mayo.
Cojo el coche y voy a La Vanguardia. Normalmente voy en bicicleta aprovechando una del servicio bicing. Subo toda la calle Urgel donde hay un estupendo carril doble, aunque es mucho mejor de bajada, claro. Pero ahora hay muchos tramos en obras y el recorrido se convierte en una carrera de ciclo-cross. Me la firma el director, y en otro departamento me ponen un sello de la publicación.
Por la tarde me hago las fotos carné en un fotomatón en el metro debajo de casa. Cuando estoy pensando por cual de las tres tomas diferentes me decido veo un aviso luminoso que me indica que sólo me quedan 15 segundos para elegir. No he podido mirármelas bien y, por supuesto, cuando me doy cuenta veo que he elegido la opción ficha policial se busca, extremadamente peligroso.
Giovanni me llama al móvil.
-Paco, tengo que encargarme de los visados. Tardan 4 días. Necesito que tu pasaporte esté en Madrid, lo más tarde el lunes, junto a una fotocopia del certificado internacional de vacunación, las 4 fotografías, la carta de acreditación de la revista y la de la solicitud de acreditación de prensa. Te mando por e-mail el billete de avión provisional porque necesitas la información para rellenar el impreso.
Viernes 23 de mayo.
A primera hora de la mañana voy a la oficina de correos más cercana a casa. Envío toda la documentación en un sobre certificado y urgente. Hay problemas con la red informática. Soy el último a quién atienden antes de que se cuelgue definitivamente. ¡Uf!
Me llama Giovanni al móvil.
-Lo siento Paco. Pero en le embajada de Ghana me están volviendo loco. Para el visado necesitaría tramitar hoy mismo la acreditación de prensa. ¿Me podrías enviar lo antes posible el impreso y una foto escaneada en alta por e-mail? Por suerte he conseguido que no nos pidan los certificados penales.
Voy a casa, escaneo el impreso rellenado y una foto (por suerte me hice 8) y lo envío por e-mail. ¿Cómo podíamos vivir antes de Internet? me pregunto.
Lunes 25 de mayo.
Recibo un e-mail de Giovanni avisándome de que ya le ha llegado toda mi documentación y que el viernes me mandará el pasaporte con el visado por mensajero.
Le telefoneo.
-Giovanni, si no estoy en casa que se lo dejen al portero, pero piensa que si no lo recibo el viernes entramos ya en el fin de semana y como el avión sale el lunes a las 7 de la mañana me quedo sin pasaporte. (Y sin viaje).
-No te preocupes-me tranquiliza.
Me olvido del tema. No puedo hacer nada más, ya me preocuparé el viernes. Pero he pasado otras veces por situaciones desesperantes-tipo recibir los billetes en casa un par de horas antes de la salida del vuelo y similares-.
Viernes 29 de mayo.
4 fotos carné.
Copia de la tarjeta sanitaria de vacunación.
Pasaporte original y una copia.
Certificado de Antecedentes Penales validado por el Ministerio de Justicia.
Formulario de la acreditación de prensa.
Carta de presentación de la empresa para la que hago el trabajo. En este caso Magazine de Vanguardia.
Y avisa: Los viajeros a Ghana están obligados a vacunarse contra la Fiebre Amarilla, aunque también se recomiendan otras vacunas como las de la Malaria, Hepatitis B, Fiebre Tifoidea, Tétanos, Difteria y Meningitis.
Miércoles 21 de mayo.
A primera hora acudo al centro de Sanidad exterior.
-Buenos días, hay que pedir reserva con antelación-me informan.
-Si, ya lo sé, me he vacunado otras veces. Pero soy fotógrafo, tengo un encargo urgente del que me avisaron ayer y salgo el lunes-le explico a la encargada.
-Esta bien, si te esperas te llamaremos cuando podamos, mientras tanto ves rellenando esta solicitud.
Por suerte aún no es época de vacaciones de verano. Me tocó una vez vacunarme para ir a Tanzania en julio y ni os cuento.
Me llaman al cabo de una hora. Por suerte ya tengo la vacuna de la Fiebre Amarilla y todas las otras recomendadas. Sólo me dan un refuerzo de la Tifoidea y una receta para tomar las pastillas contra la Malaria, Malarone. Una para el día antes de llegar a Ghana, otra cada día de la estancia (4) y siete más, cada día, a la vuelta para completar el tratamiento. Odio tener que tomar estas pastillas porque los efectos secundarios suelen ser muy fuertes. Por lo menos ya no son Lariam, unas pastillas con las que una vez tuve problemas graves. No sé que opinarán sobre ellas mi ex compañero de colegio y ahora también del mundo bloguero, el doctor Santi García Tornel o la pediatra y fotógrafa Lola Montserrat.
Por la tarde llamo a Pepe Baeza al Magazine. No tengo más remedio.
-Pepe, me piden una carta de acreditación de Vanguardia.
-¿Una carta? Bueno, hazla tu mismo y tráela para que te la firme el director. Pero sobre todo, especifica que es un encargo para hacer fotos en Ghana SÓLO los 4 días que estarás allí-remarca.
Jueves 22 de mayo.
Cojo el coche y voy a La Vanguardia. Normalmente voy en bicicleta aprovechando una del servicio bicing. Subo toda la calle Urgel donde hay un estupendo carril doble, aunque es mucho mejor de bajada, claro. Pero ahora hay muchos tramos en obras y el recorrido se convierte en una carrera de ciclo-cross. Me la firma el director, y en otro departamento me ponen un sello de la publicación.
Por la tarde me hago las fotos carné en un fotomatón en el metro debajo de casa. Cuando estoy pensando por cual de las tres tomas diferentes me decido veo un aviso luminoso que me indica que sólo me quedan 15 segundos para elegir. No he podido mirármelas bien y, por supuesto, cuando me doy cuenta veo que he elegido la opción ficha policial se busca, extremadamente peligroso.
Giovanni me llama al móvil.
-Paco, tengo que encargarme de los visados. Tardan 4 días. Necesito que tu pasaporte esté en Madrid, lo más tarde el lunes, junto a una fotocopia del certificado internacional de vacunación, las 4 fotografías, la carta de acreditación de la revista y la de la solicitud de acreditación de prensa. Te mando por e-mail el billete de avión provisional porque necesitas la información para rellenar el impreso.
Viernes 23 de mayo.
A primera hora de la mañana voy a la oficina de correos más cercana a casa. Envío toda la documentación en un sobre certificado y urgente. Hay problemas con la red informática. Soy el último a quién atienden antes de que se cuelgue definitivamente. ¡Uf!
Me llama Giovanni al móvil.
-Lo siento Paco. Pero en le embajada de Ghana me están volviendo loco. Para el visado necesitaría tramitar hoy mismo la acreditación de prensa. ¿Me podrías enviar lo antes posible el impreso y una foto escaneada en alta por e-mail? Por suerte he conseguido que no nos pidan los certificados penales.
Voy a casa, escaneo el impreso rellenado y una foto (por suerte me hice 8) y lo envío por e-mail. ¿Cómo podíamos vivir antes de Internet? me pregunto.
Lunes 25 de mayo.
Recibo un e-mail de Giovanni avisándome de que ya le ha llegado toda mi documentación y que el viernes me mandará el pasaporte con el visado por mensajero.
Le telefoneo.
-Giovanni, si no estoy en casa que se lo dejen al portero, pero piensa que si no lo recibo el viernes entramos ya en el fin de semana y como el avión sale el lunes a las 7 de la mañana me quedo sin pasaporte. (Y sin viaje).
-No te preocupes-me tranquiliza.
Me olvido del tema. No puedo hacer nada más, ya me preocuparé el viernes. Pero he pasado otras veces por situaciones desesperantes-tipo recibir los billetes en casa un par de horas antes de la salida del vuelo y similares-.
Viernes 29 de mayo.
A las nueve y media suena el interfono. Es el mensajero con mi pasaporte que ya lleva el visado de Ghana. El día anterior me había llegado por e-mail el billete de avión. Sólo me falta el lunes no dormirme y estar a las cinco de la mañana en el aeropuerto del Prat. Pero esa es otra historia, mucho más corta, que aparecerá en el siguiente post.
Todo esto entra dentro del encargo fotográfico.
Todo esto entra dentro del encargo fotográfico.
Buf... Con lo tranquilo que está uno haciendo fotos desde su ventana... :-) Espero la continuación.
ResponderEliminarEl Lariam ha llegado a causar suicidios (supongo que en gente que ya no estaba muy bien). El Malarone creo que no da mucho problema.
ResponderEliminarComo siempre que voy a lugares con malaria es para varios meses y la doxiciclina no va muy bien para el cuerpo, mi estrategia consiste en no tomar nada, hacer mucha prevención (repelentes, mosquiteras...) y llevar Malarone como tratamiento si enfermo.
Hasta ahora no he enfermado nunca. Claro que las zonas de malaria a las que voy son de sudamerica y sudeste asiático. La malaria africana es mucho más peligrosa.
Oye Paco, eres un gran escritor :) hehe... un saudiño.
ResponderEliminarQue agobio!!! Con lo estupendamente que me salieron los leones del zoo!!!
ResponderEliminarvirgen, no, pero martir, si eres.
Hay gente que va asiduamente a Africa y no toma medicación para prevenir la malaria, se dedican a la tónica e ir vestidos de blanco sin dejar un centímetro de piel al aire. No es un consejo, depende mucho de por dónde tenga que moverse uno, a Africa hay que respetarla mucho, para que todo salga bien. Gran continente.
ResponderEliminarMln
Hola Paco!
ResponderEliminarFa temps que segueixo el teu blog i he de dir que és molt interessant. Aquesta triologia de Ghana em té enganxat a l'ordinador, bona manera d'explicar anècdotes i atreure als lectors.
Felicitats per el blog!
Superpaquito!!! eres el crack de los blogueros!!
ResponderEliminarCesc, desde luego es más tranquilo cocinar y tomar fotos desde la ventana. Pero un poco de marcha siempre va bien.
ResponderEliminarJordi, tu opinión la he oído a mucha más gente. Lo tendré en cuenta.
Gracias Hugo, un saudiño para ti también.
Colita, si es algo diferente de fotografiar los leones en el zoo.
Mln, también muy interesante tu contribución, muy en la línea de la de Jordi.
Hola Yuriam, m’alegro de retrobar-te. I es la meva intenció fent aquest blog, que interessi a la gent i, sobretot, que sigui divertit, que no acabi resultant un rotllo.
Gracias Carmen, y veo que finalmente has descubierto el secreto para poder enviar comentarios.
Un abrazo para todos.
Historias como ésta, Paco, podrían hacerme pensar que yo no estoy hecha para estas improvisaciones. Pero en lugar de eso, me crean un cosquilleo en el estómago y unas ganas locas de vivir esto las veces que hagan falta. ¿Será vocación?;)
ResponderEliminarYo creo, Eva, de que es un síntoma inequívoco de que eres una periodista de raza y de que te va la marcha.
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