PALACIO DE REVILLAGIGEDO. GIJÓN
Es otra de las cosas que me sorprendió en Asturias, en este caso en Gijón. A pesar de la lluvia las máquinas limpiadoras cumplían su cometido a conciencia. No me extraña que las ciudades asturianas estén limpias como los chorros de oro.
Hace unos cuantos años, me encontraba en Calaceite (Teruel) y una señora que dijo ante la pregunta de barrer una calle polvorienta después de haber mojada la acera... "donde corre el agua, hay limpieza".
ResponderEliminarUn abrazo
Sabiduría popular, Jan.
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