LA PRECARIEDAD EN LA PROFESIÓN DE PERIODISTA

Han pasado cerca de dos años y medio desde que salió este número especial de la revista Capçalera. Vuelvo a publicar el artículo  porque todo lo que se menciona allí, y la precariedad en la profesión, sigue siendo de rigurosa actualidad.



La revista Capçalera es la publicación mensual del Col.legi de Periodistes de Catalunya. Suele publicar monográficos muy interesantes. El de marzo estaba dedicado a la precariedad en la profesión de periodista. Acaba con un resumen de diez puntos. Lo he traducido del catalán y lo publico a continuación debido a su gran interés.

1) Constatamos que en los últimos años las condiciones de trabajo han empeorado. La mayoría de la profesión cree que hay precariedad –exceptuando a algunos gestores y propietarios de medios que lo minimizan- pero existen diferencias sobre la definición y las características (incertidumbre, salarios bajos, condiciones de trabajo, etc.)

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2) La parte de la profesión que se encuentra en precario no se encuentra en el centro de la profesión (laboralmente hablando), donde se encuentran los que trabajan en los grandes medios públicos y privados, sino en una corona alrededor de este centro y en donde hay, a grandes rasgos, freelances, fotógrafos, becarios, parte del sector radiofónico, periodistas de comarcas y periodistas digitales. En general, las diferencias entre el centro y la corona son muy grandes.

3) A causa de la crisis económica, cada vez las empresas externalizan más el trabajo, enviando periodistas del centro hacia la corona, donde el trabajo es más precario. Los expulsados de las reconversiones, fruto de la crisis económica, y el gran número de licenciados no hacen más que engrandecer esta corona.

4) La profesión critica el gran número de licenciados que salen de las facultades de comunicación. La mayoría de las universidades consultadas niegan estas críticas. Es necesario un estudio sobre la necesidad real de licenciados que tiene el mercado laboral. Es necesario también que las universidades asuman el cambio que se ha producido en las salidas profesionales de los periodistas en que gabinetes de comunicación y el periodismo digital toman fuerza en detrimento de los medios tradicionales. Los nuevos planes de estudios salidos de Bolonia parecen apuntar en la buena dirección.

5) Se pide más responsabilidad a las empresas. Se les critica que piensen a corto plazo y que sólo opten por recortar gastos al precio que sea hasta llegar al punto de malbaratar el talento de periodistas veteranos que son prejubilados. Las empresas han de ser conscientes de que la precariedad laboral y la inexperiencia comportan menos calidad, con todo lo que eso implica en términos de negocio.

6) Los periodistas tienden a pensar que su profesión es un mundo aparte), con un fuerte componente vocacional que les lleva a acatar pésimas condiciones laborales como si fueran una condición sine qua non.
Hace falta más valentía ante actitudes y condiciones inaceptables y fraudulentas. Es necesario también que cada periodista sepa adaptarse al nuevo paradigma comunicativo, en que la profesión ha perdido el monopolio de la gestión de la información. En este sentido se ha de apostar claramente por la formación continuada, una asignatura pendiente en la profesión.

7) Se aprecia claramente una falta de cohesión sindical. Además, una parte importante de la profesión es muy crítica con el papel que tienen los sindicatos que sólo son visibles en aquellos medios que ya disponen de un convenio. Buena parte de los profesionales con más problemas laborales, como los freelances, no se sienten representados por estos.

8) Hay un gran acuerdo en creer que cuanto mayor es la precariedad laboral mas baja es la calidad en el producto, hecho que comporta también menos credibilidad. La sociedad entera ha de ser informada de este problema que conculca su derecho a la información. Este debate social daría visibilidad a la situación real de los periodistas y podría servir para devolver a la profesión el prestigio perdido.

9) La administración tiene un papel clave en la gestión de la precariedad. Es necesaria una política específica desde el Departamento de Trabajo adecuada a los medios de comunicación para acabar de golpe con las prácticas fraudulentas o ilegales.
Es necesario que las ayudas públicas tengan presente las condiciones laborales de los medios subvencionados, especialmente en el ámbito local y comarcal. Es necesaria la aplicación de las tarifas mínimas aprobadas por el Col.legi o el convenio sectorial. También hay que revisar las bases de los concursos públicos con los que los ayuntamientos externalizan sus medios locales: hasta ahora, estos concursos priorizan la oferta económica más baja sin tener presente la precariedad laboral que eso comporta.

10) Es necesario hacer autocrítica en una profesión tradicionalmente poco gremial. Ahora más que nunca se necesitan organismos fuertes para canalizar una lucha que sólo se puede afrontar mediante un debate serio en el que participen todas las partes implicadas.
Es necesario que el Col.legi de Periodistes refuerce su posición como garante de los intereses de todos los periodistas, con especial atención a los que se encuentren en condiciones más desfavorables.
En un momento en que las administraciones públicas tienden a minimizar el papel central de los diferentes colegios profesionales, hay que defender las capacidades reguladoras, e incluso, ampliarlas.

El que esté interesado puede adquirir ,al precio de 4 Euros, el número de Capçalera al que me refiero en la sede del Col.legi de Periodistes de Catalunya, Rambla Catalunya 10.