"A quién madruga Dios le ayuda" dice el refrán. Y muchas veces es cierto, por lo menos para la serie de "Fotos desde mi ventana" como en esta imagen del Tibidabo. No veo el mar como se ve desde otras ventanas privilegidas, pero el estar encarado a la sierra de Collserola también tiene sus ventajas.
Muy buena imagen ¡Qué suerte tienes de tener esa ventana!
ResponderEliminarMagnífica.
ResponderEliminarFelicidades por la foto y la ventana,la mía solo puedo retratar a mi vecina Paca,no están los tiempos para cambios..
ResponderEliminarPreciosa foto Paco. Gracias por tener esa ventana.
ResponderEliminarMe encanta. Quedó así como mística. Valió la pena el madrugón.
ResponderEliminarQuizás estemos más cerca de China de lo que parece...
ResponderEliminarNo ves el mar Mediterráneo, pero si el de nubes...
Un abrazo
Tens una finestra que val un Perú. Avegades per fer una bona foto no fa falta fer milers de kilòmetres. Els "instans" tambe els tens al costat de casa. Nomes fa falta tenir la càmara a punt.
ResponderEliminarBrutal!.....esta serie es un tesoro, Paco.
ResponderEliminarUn abrazo
Maite
Pues tienes razón....mirar a las alturas es un privilegio y alcanzarla no digamos.
ResponderEliminarPreciosa fotografía en un dia que la niebla de primera hora envuelve todavía los sueños de los menos madrugadores.
Maribel
Preciosa la foto, Paco. Pues yo no veo ni el mar ni el Tibidabo, yo solo veo vecinos. Pocas vistas tengo yo.
ResponderEliminarGracias amigos. He de reconocer que tengo muy buenas vistas desde mis ventanas e intento aprovecharlas al máximo.
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