Es una de mis sopas favoritas, pero también un plato que se ha de hacer con toda la paciencia del mundo. La descubrí en una época en que iba mucho a París por trabajo junto al periodista Xavier Vinader. Solíamos cenar a menudo en el restaurante Au Pied de Cochon, junto a les Halles, y dicha sopa era uno de los platos tradicionales del famoso mercado de abastos, daba energías para todo el día. Y he aprovechado esto días gélidos para hacerla.
INGREDIENTES PARA DOS PERSONAS.
2 cebollas grandes y dulces
60gr. de mantequilla
1 cucharada de aceite de oliva
1 cucharada de harina de trigo
1 diente de ajo
Un litro de caldo
6 rebanadas de pan tostadas
Sal y pimienta
20 ml de brandy o coñac
100 gr. de queso suave rayado (tipo Gruyére)
Pelamos y cortamos en juliana (a lo largo y en finísimas rodajas) las cebollas dulces.
Elegimos una cazuela grande, calentamos el aceite en el fondo de la cazuela y añadimos la mantequilla, que es la verdadera base de esta sopa francesa. Cuando se haya derretido y mezclado con el aceite de oliva introducimos las cebollas y el ajo muy picadito, añadimos también un poco de sal y pimienta negra.
Removemos con una cuchara de madera de manera envolvente hasta que la cebolla quede transparente o translúcida, no debe coger color. Este proceso es lento porque queremos tener la cebolla blandita sin que se queme, con fuego muy suave tardaremos unos 20-25 minutos. Podéis tapar o no la cazuela durante la cocción aunque si la tapáis el agua que va soltando el sofrito quedará en la cazuela y evitará que la cebolla tome color tostado.
Espolvoreamos la harina en la cazuela y removemos con cuidado para mezclarla bien. El efecto de la harina con la cebolla y sobre todo la mantequilla se llama Roux, nos ayudará a ligar y espesar la sopa. Añadimos el brandy y dejamos 1-2 minutos que se evapore.
Introducimos el caldo. Cuanto mejor sea el caldo mejor será la sopa. Salpimentamos si es necesario y llevamos a ebullición. Dejamos 15-20 minutos a fuego muy suave, muy importante porque la sopa tiene harina y si incrementamos la temperatura se irá al fondo de la cazuela y se pegará pudiendo llegar a fastidiarnos la receta.
Cortamos en rebanadas finas el pan y tostamos ligeramente. Untamos con un trozo de ajo y colocamos en la superficie de la cazuela o en cuencos individuales con la sopa y las tostadas por encima. Espolvoreamos con el queso suave que más nos guste (yo he utilizado gruyère) y metemos al horno precalentado a 200º. Gratinamos a 220º durante 5-6 minutos y servimos inmediatamente bien caliente.
Es casi un plato único y para los que estéis algo resfriados no veáis lo bien que sienta. Claro que a todos los demás también.
Llevo las últimas semanas pensando en hacer sopa de cebolla. La he probado pero nunca la había hecho en casa. Y esta tiene una pinta estupenda.
ResponderEliminarEstos días de frío apetecen platos de cuchara!
Saludos
Paco,
ResponderEliminarJo també me’n recordo de la sopa de ceba de Au Pie du Cochon de quan anava més sovint per París… Quina sopa!! I quins temps aquells!!
Gràcies per la recepta, serà exquisida demà al vespre, si me’n surto es clar.
Salut!
Jaume
Estos días, con el frio que hace en casa la hemos tomado varias veces.Con huevo y el queso emental, gratinado.Exquisita, levanta a un muerto.
ResponderEliminar¡A la rica sopa!. ¡Estupenda receta!. Yo creo que mejor que la del restaurante.
ResponderEliminarNi Au Pied Cochon: Al Pie Marrano, que dice Paco;
ni Au Pie du Cochon que dice Jaume.
Sino, Au Pied de Cochon: Al Pie de Cerdo, por algo viví 7 años en París.
La dirección para los que queráis ir: 6, rue Coquillière. Metro Chatelet. Tf. 01 40 13 77 00
Francisco Po Egea, tienes toda la razón del mundo. Corregido
EliminarUn abrazo
Que recuerdos me traes con esta entrada. Tantos cafés y alguna que otra sopa de cebolla también. Hace más de treinta años, una amiga que se trasladó a París nos invitó a su recién estrenada casa. Por la noche nos llevó a su más reciente descubrimiento. Para mí, joven en esa época, entrar en un restaurante así, supuso un autentico choque visual.
ResponderEliminarLa receta que muestras, no la conocía. Yo soy más tradicional, pero la voy a probar. Curiosamente ayer por la tarde recolecte las cebollas de mi huerto. Atadas y colgadas están esperando su turno.
Un abrazo
Genial, muy apropiada para el tiempo y con una estética formidable....
ResponderEliminarEste domingo haré tu receta Paco, cambiando el avecrem (soy enemigo de la p... pastillita esa) por sopa de cocido que siempre tengo congelada. Prometo dejar aquí constancia de como me salíó.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por esa perla de sopa.
¡A por ella Yolanda!
ResponderEliminarJa em diràs com t’ha sortit Jaume
Lo del huevo me parece poco francés Agusti, pero seguro que os sale buenísima.
Mejor, mejor que la del restaurante no creo Francisco Po Egea. Pero gracias de todas maneras.
Cuantos recuerdos, ¿verdad Jan? Ya me dirás como te ha salido la sopa.
Lo primero de todo es que entre por los ojos Antoni y de eso los fotógrafos sabemos un poco. Lo de la cocina ya es otra cosa.
Trankilo, si ya sé lo que opinas del avecrem. Y claro, si en vez de la p… pastilla utilizas una sopa de cocido, partes con una clara ventaja.
Anoche cenando nos acordamos de tí. Feliz inspiración para estos días de frio.
ResponderEliminarMe alegro un montón, amigos mallorquines. Espero que me dedicaráis un brindis.
ResponderEliminarPor cierto, excelentes las fotos de las nevadas en Mallorca.
Una forta abraçada