Joan Colom me contaba que en los años 50 fueron una selección de fotógrafos catalanes a Paris, en un viaje fotográfico
-“En realidad- me decía- los que fuimos, apenas hubiéramos podido formar un equipo de futbol. Y estaban casi todos los pesos pesados de entonces.
Es evidente que las cosas han cambiado y mucho. La masificación fotográfica ha puesto las cosas patas arriba y se necesitan estrategias diferentes para encontrar canales de supervivencia profesional y no caer en errores de bulto de los que no hay marcha atrás.
Dicen que el inteligente es el que se adapta mejor al medio, aunque yo estoy muy convencido que sobretodo en épocas chungas, mejor que inteligente… es ser listo.
¿Dónde va Vicente? dice el viejo refrán:”Donde va la gente”. Y si Vicente se lanza a la piscina que está repleta de fotógrafos angustiados intentando sobrevivir, acabará ahogándose con ellos. O sea que allá él, pero a Vicente no hay que seguirlo para nada.
Cuando era hace unos años editor grafico del Magazine de La Vanguardia , muchos fotógrafos novatos y sobretodo desorientados me traían decenas de reportajes de Vietnam. Los reportajes no se compraban, no porque la calidad de algunos no lo merecieran, sino porque las agencias hace 14 años, ya estaban repletas de fotos de Vietnam y el diario saturado del tema. Como diría Peter Sellers en la célebre película El Jardinero: La piscina está llena. De Vicentes, añadiría yo.
En mi libro “Historias de fotografía…y alguna motocicleta” decía a este respecto que probablemente era entonces más efectivo realizar un reportaje del espárrago de Logroño .No tendría tanto glamour el tema, pero era desde luego más fácil de publicar y…cobrar.
MÁLAGA. AQUÍ EMPEZÓ LA CRISIS.MAGAZINE DE VANGUARDIA. FOTO: ALGUERSUARIMenos mal que el abanico de posibilidades fotográfico es amplio y aunque las expectativas se han reducido drásticamente, el listo todavía puede encontrar su alberca. Algunos lo han conseguido, incluso ahora.
Por ejemplo, las personas se siguen casando y aquí todavía ciertas clases sociales- y muchas no necesariamente demasiado altas,- quieren tener el mejor recuerdo de su vida en forma de fotos. En las tres últimas bodas a las que he asistido me he encontrado a dos fotógrafos diferentes que habían contratado los novios y que casualmente conocía. Desarrollaban un trabajo técnico altísimo y eso se reflejó en la calidad de los álbumes.
Creo recordar que el trabajo fotográfico costaba sobre los 2000 euros más otros tantos por el video. Pero conozco a una fotógrafa que su caché está en 3000.Le he preguntado a uno de ellos si le había bajado el trabajo en los últimos tiempos.
-Algo, sí, Ahora tengo sobre unas 30 bodas al año. Pero no me quejo.
Amigos, aquí los que valoran el trabajo son los novios, o los padres de ellos, que no escaquearan un euro a cambio de calidad. .Estos convencen por la originalidad y el trabajo bien hecho. Es la salvaguardia del profesional bien preparado….contra los cientos de camaritas digitales que destellan como un gran coro lumínico en las mesas de los invitados.
A estos profesionales les va bien porque sus credenciales son las que son y desde hace años su mejor carta ha sido el boca a boca…y, por cierto ¿sabéis donde se iba uno de los profesionales al cabo de pocos días de una de esas bodas?: A Vietnam, a realizar su reportaje personal. Además con la ventaja de haberlo cobrado antes en forma de…boda. ¿Me explico?
Esa es la cuestión. Saber darle la vuelta a las cosas.
El trueque es uno de los arreglos económicos que siempre me han encantado. Unos amigos tenían que pintar su apartamento en la Costa Brava y estaban indecisos por el presupuesto, que era alto.
-Proponerle al pintor un medio-medio, o sea pagarle la mitad a cambio de ofrecerle el apartamento x días para que pueda veranear con su familia.
Y así lo hicieron y el otro encantado. Y….¿ qué tal un buen book de fotos de los niños a cambio de cualquier otra cosa que os interese? Pero el álbum ha de ser magnifico, sino no cuela.
¿Qué de eso no se vive? Por supuesto, pero es una forma de optimizar más la ingeniería económica del día a día, utilizando otros canales que tenemos delante nuestro.
Os diré un secreto que me manifestaron en un acreditado estudio fotográfico de Badalona. Es una buena noticia.
-Bastante gente ya empieza a estar cansada de hacer y borrar fotos con las digitales. Al final, muchos tienen cámaras pero no tienen fotos o están atrapadas en el fondo de un ordenador . ¿Sabes quien es de la familia la que fuerza a que vengan al estudio los niños para hacerse fotos?.La abuela. La que de siempre está acostumbrada al papel y a las fotos de “verdad” de estudio. Las que puede tocar.
-Nosotros hemos notado un alza en este sentido.
POR LA PUERTA DE ATRÁS O CUELATE COMO SEAHace poco me escribió una chica francesa que quería ser fotógrafa de tenis .Me pedía que le dijera en que agencias de fotografía o revistas podía contactar para desarrollar su trabajo. Habla cuatro idiomas y por las fotos personales, muy buena presencia. También me mostró imágenes que tomó de diversos torneos, como el Roland Garros
El nivel fotográfico era muy bajo técnicamente y se lo dije, pero le di una idea: En vez de buscar trabajo en las agencias y revistas , cosa improbable que consiguiera, ¿Por qué no lo buscaba como relaciones públicas en…un club de tenis?.Y una vez allí intentara desarrollar su técnica fotográfica en los torneos, y otras actividades del club.
-¡Oh, que magnífica idea! ¡Es que además soy relaciones publicas!-me dijo
Se me ocurrió esa posibilidad porque me acordé que había conocido hace años a un fotógrafo con una historia rocambolesca.
Antes de convertirse al arte de Daguerre, la verdad muy justitamente, era repartidor de pizzas. Como solía llevarlas a un diario deportivo de Barcelona y siempre sonreía –era temible con las mujeres- llegó a entablar cierta relación con los que estaban cerca de la puerta. Un día oyó a alguien de dentro que pedía a gritos un fotógrafo y como no había en ese momento ninguno en el diario les convenció que él sabía mucho de eso y con una cámara que le dejo un primo que vivía cercano, se fueron a no sé dónde y al menos hizo alguna foto que salvó aquella situación de urgencia.
Y ya se quedó allí de fotógrafo y no solo eso, si no que al cabo de un tiempo consiguió convencer a unos y editar un diario que se llamó ABB. Eso sí, duró en la calle menos de un mes.
Hoy en un periódico no ponen fijo a nadie…y más si es una persona de fuera de la redacción. Es realmente difícil entrar en el diario a no ser …que seas un tipo de mantenimiento y aficionado a la fotografía. Pero eso ellos no lo saben. Espera tu oportunidad ¿Me has entendido?,… lo del pizzero…
Es verdad que es difícil, pero todavía hay posibilidades de ganarse la vida…a condición de buscarse la alberca. O sea montándoselo como uno mejor pueda lejos de la masificación fotográfica.
EL CHIRINGUITO FRANCÉSEste verano en una turística ciudad de Francia, me fascinó el montaje de un fotógrafo que tenía un stand en un mercadillo muy céntrico. La verdad es que todas las paradas mantenían un orden y estéticamente eran bonitas. La de él sin embargo sobresalía especialmente porque estaba estratégicamente iluminada y tenia distribuidas unas fotos de diferentes tamaños en cajas de diseño. Eran copias que había hecho de diferentes lugares y estaban muy bien acabadas. El tipo ponía el resto ya que tenía pinta de artista.
Las copias eran digitales pero realizadas con muy buen gusto.
Pero había hecho algo más. Era el listo que me refería al principio. Y que conste que no engañaba a nadie.
Cada copia, las vendía a 20, 30, o 50 euros, tenía un componente añadido. ¡Que hábil era el tío!
Le compré dos, porque realmente me gustaron. El rato que estuve allí observándolo sentado en un banco fue que en unos 20 minutos vendió unos 400 euros. (Era un hora buena comercial)
¿Cuál era el truco? ¿Qué era lo que llevaban las fotos?
Pues no lo pienso decir, porque tal como está la piscina, a lo mejor me hace falta algún día.
EL CHIRINGUITO FRANCÉS. FOTO: ALGUERSUARI
LA HABITACIÖN DE LA MAGIAA mediados de los 50, debía de tener ,7 u 8 años, descubrí la “Habitación de la Magia” o sea un lavabo de no más de 2 x 2 metros donde mi padre tenía instalado el laboratorio fotográfico. Como le acabé velando muchas fotos intentando revelarlas, acabó por cerrármelo y ponerme un candado. (Me lo regaló una navidad de hace unos pocos años)
Eso y que los rollos de película de entonces los lford y Agfa, eran inalcanzables para mi economía, me llevó a hacerme un símil de cámara que construí con un trozo de madera. Le pinté el objetivo y le puse como disparador un tornillo. La cosa es que salía a la calle y “disparaba” dos o tres fotos memorizando el lugar en un hipotético encuadre y acto seguido corría al “laboratorio”- que era el cuarto de ascensores de mi vecino Rafael, que era el hijo de los porteros de la calle Cerdeña-, y dibujaba las imágenes que retenía en el coco, sobre cartoncillos previamente preparados. No hacía más porque olvidaba los detalles.
Veo opiniones muy diversas sobre cómo afrontar los nuevos tiempos en la fotografía de reportaje. Hay que cambiar, sí señor. Como he intentado hacerlo siempre.
Y, hombre, bien pensado, voy a plantearme a partir de ahora hacer fotos para los reportajes, utilizando mi “técnica antigua”, disparando desde una madera y procesando las imágenes mentalmente. Igual aportaría algo diferente, digo yo, ¿no?: Fotos virtuales de memoria real.
Ya veo los créditos: Texto: Fulanito
Fotoapunte al natural: José María Alguersuari
Uuuuaaauuuuuu, lo veo, lo veo. Y a lo mejor esto lo pagan muy bien.