MI DESCONFIANZA HACIA LA CLASE POLÍTICA 3. MIQUEL ROCA Y MI VECINA MONTY PADURA

En primer lugar decir que Miquel Roca, uno de los padres de la Constitución, es un político que me cae bien. Pero eso no le libra de mis sospechas, acrecentadas por una anécdota muy clarificadora, hace unos cuantos años años cuando colaboraba asiduamente con la revista Panorama del Grupo Zeta.
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Eran tiempos buenos para las revistas ilustradas como Panorama. En el mes de agosto se abrió una sección sobre lo que hacían los políticos en vacaciones. Una redactora de la revista, Monty Padura, quedó en subir conmigo a Port de la Selva, en la costa catalana ya cerca de Francia, para fotografiar a Miquel Roca. El político catalán le había contado por teléfono a Monty que solía dar largos paseos en bicicleta. Daba la casualidad que Monty era vecina mía, vivía en el mismo rellano, y además es muy buena amiga. Se cuidaba de mi gato Nosé durante mis viajes-lo acogía en su casa-, me regaba las plantas y me suministraba todo tipo de productos culinarios cuando yo descubría que me faltaban, en el último momento, y sillas para comidas o cenas multitudinarias. Vamos, un lujazo de vecina.

La revista nos había dicho que aprovecháramos para hacernos unas fotos de ambiente veraniego que publicarían ilustrando nuestros reportajes. Así pues cargué con una vieja máquina de escribir Underwood y con un tele de 300 mm f:2,8 para dichas fotos. Salimos temprano del parking de nuestro edificio con mi Seat Ibiza y a media mañana llegamos a Port de la Selva donde nos esperaba un Miquel Roca relajado, bronceado y sonriente. "¿Y la bici?" le pregunté. Me acompañó hasta una especie de sótano y me la mostró. Creo que la mujer de Lot no se debió quedar tan petrificada como yo cuando vi la bicicleta. Tenía las dos ruedas completamente deshinchadas y una capa de polvo que indicaba que seguramente nadie la tocaba desde que Roca acabó el bachillerato, por lo menos. “Però, les rodes estàn punjades o desinflades” (Pero las ruedas están pinchadas o desinfladas) le dije compungido. “No passa res, això no es nota a les fotos, oi?” ( No pasa nada. Eso no se nota en las fotos,¿verdad?) me contestó sin perder la sonrisa. Negociamos y me llevé la bici hasta la gasolinera más próxima donde, mientras Monty le entrevistaba, hinché las ruedas. Luego la limpié a conciencia con un paño húmedo y regresé a “la escena del crimen”. Era un artículo muy corto y sólo necesitaban una foto. Le hice dar un par de vueltas en bici y tomé las fotos. Eran diapositivas, se las quedó Panorama y no las recuperé como me ha pasado con muchas otras diapos que hice a lo largo de mi carrera. Por suerte, conservo muy bien clasificados todos los negativos en blanco y negro, la parte más valiosa de mi archivo. De allí he sacado unas antiguas fotos de Roca para ilustrar este post.

CON MIQUEL ROCA Y COLITA

El resto de la historia ya es más agradable. Como mucho, Monty y yo tardamos una media hora en hacer el trabajo. Luego nos fuimos a la cercana Calella de Palafrugell a comer un arroz y un pescadito regado con un buen blanco fresquito-al fin y al cabo íbamos con todos los gastos pagados-. Luego, por la tarde, cuando la luz era buena nos hicimos las fotos para Panorama.

FOTO: MONTY PADURA

Al cabo de unos años Monty perdió el trabajo y tuvo que irse a vivir a Madrid en donde tenía más oportunidades laborales. Todavía la echo mucho de menos. Pero ahora, estoy a punto de concretar un proyecto en el que Monty, de alguna manera, interviene. En cuanto a Roca, siempre que lo veo, me acuerdo de la escena de la bici deshinchada y llena de polvo.