Hacia el final de los años 80 tuve el encargo de una revista para fotografiar un festival de esoterismo que se celebraba en Pamplona. Allí quedé con Koldo Chamorro que llegó acompañado por un muchacho muy joven que ahora no recuerdo bien si presentó como ayudante o como alumno suyo .Estuvo muy callado, pero siguió sin perder detalle de mi conversación con Koldo.
Unos 15 años después coincidí con el fotógrafo Clemente Bernad en el desierto del Sáhara, en su parte argelina. Ya había visto muchos trabajos de Clemente pero a él en persona nunca, o eso creía. Entonces Clemente me contó que ya me conocía de Pamplona cuando lo de las brujas y el esoterismo. Era el chico que acompañaba a Koldo. Desde entonces tengo una muy buena amistad, tanto con él como con su mujer Carolina, y admiro profundamente la obra de Clemente, uno de los grandes de la fotografía en nuestro país. Su trabajo es honesto, comprometido y formado por imágenes complejas , no todas fáciles de entender al primer vistazo. Unas fotos que exigen ser estudiadas a fondo para buscar que es lo que ha visto y que es lo que nos quiere explicar , muy en la línea de Koldo Chamorro que fue su maestro y que, me imagino, dejó un honda huella en él. Clemente Bernad, además, escribe de maravilla y tengo el privilegio de que fuera él quién redactó el texto de mi exposición En el umbral del cambio, una muestra que ya se ha expuesto en Salamanca, San Sebastián, Palafrugell y Estambul. Como no podía ser de otra manera, Clemente ha escrito un texto sobre Koldo Chamorro titulado Nuestro fotógrafo decisivo que pone en su justo lugar al fallecido. Es un emotivo escrito , en parte muy duro, y que comparto en su totalidad. Un texto de lectura obligada para todos los fotógrafos y que comienza así: Koldo Chamorro murió solo, como siempre decía que iba a morir. Solo, como un perro callejero… (Leer el artículo entero).
Tuve la oportunidad de ser alumno en un curso que impartió Clemente Bernard en Aracena (Huelva) allá por el 2000 ó 2001 y me pareció una excelente persona. Ademas sus ejercicios prácticos me ayudaron bastante en un momento en el que estaba un poco bloqueado.
ResponderEliminarSu trabajo me parece estupendo y el autoretrato que tienes en la entrada (que es el mismo que tiene en su libro de Photobolsillo), me gusta mucho.
La verdad es que desde entonces no he tenido la oportunidad de volver a coincidir con el. Pero por si lee tu blog: Clemente, un saludo y un agradecimiento muy grande por lo aprendido.
Un saludo también para ti, Paco (y para los demás).
Clemente es un fotógrafo como la copa de un pino pero, leyendo sus palabras, convengamos que como escritor posee también una altura memorable.
ResponderEliminarSí, es verdad que Clemente tiene muy bien amueblada la cabeza. Lo demostró cuando los cafres del PP la tomaron con él y quisieron censurar sus fotos, ¿no?
ResponderEliminarComparto vuestra opinión Tino y Liu, y José, ¿de dónde crees que he sacado el autoretrato de Clemente? La foto de Koldo me la envió él a petición mía.
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