JOAN PUJOL. EL ESPÍA CATALÁN QUE EVITÓ UNA MASACRE EL DÍA D

JOAN PUJOL, GARBO, EN EL CEMENTERIO ALIADO DE NORMANDÍA

Es una historia real que parece más el argumento de un thriller o el guión de una película bélica. Durante la Segunda Guerra Mundial, Joan Pujol, fue reclutado como espía por el MI5, el Servicio Secreto Británico, al enterarse que también espiaba para los alemanes. Se lo llevaron a Londres y le organizaron una red ficticia de 27 espías que enviaban regularmente información cierta, en pequeñas dosis, a los alemanes, y le dieron el nombre clave de Garbo. Todo encaminado a la que iba a ser la batalla decisiva del resto de la guerra, el desembarco en Francia. Los aliados sabían que si en las primeras 24 horas podían consolidar la cabeza de puente, con su superioridad aérea, ganarían la batalla. Hitler y su mejor militar, el mariscal Rommel, lo sabían también y tenían preparada una división de blindados dispuesta a desplazarse al lugar del desembarco. Si conseguían llegar a tiempo aplastarían a los soldados aliados en las playas y el final de la guerra se retrasaría varios años.

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JOAN PUJOL EN LONDRES JUNTO A UN BOMBA VOLANTE V1

El pasado 6 de junio se cumplieron 65 años del Desembarco de Normandía. Los aliados desembarcaron en la costa más lejana y en un día de tormenta. Fue entonces cuando Garbo y toda su red se emplearon a fondo repitiendo por activa y por pasiva que era una trampa. Insistía el espía catalán que el grueso de las tropas aliadas esperaba en Calais, el punto más cercano a la costa inglesa y el más lógico en donde desembarcar, y que la invasión en Normandía era una maniobra de diversión para engañar a los alemanes. Hitler que tenía en gran consideración a Garbo ordenó retener a la división blindada guiándose por una de sus “famosas intuiciones” que por suerte, y esta vez, fue equivocada. Cuando los alemanes se dieron cuenta que el desembarco era real, la cabeza de puente estaba consolidadad y habían perdido la batalla.

Nigel West, un periodista británico, encontró a Garbo en Venezuela cuando al cabo de 50 años pudo consultar los archivos del Servicio Secreto Británico. La revista Interviú contactó con Joan Pujol y nos envió al periodista Xavier Vinader y a mí a contar la historia de la que publicamos 6 capítulos. Viajamos con un equipo de TV3 a los lugares en que transcurrió la acción: Lisboa, Francia e Inglaterra . El productor de TV3 era Jaume Roures, quién años después se convertiría en el dueño del diario Público y de Mediapro.

En el año 1989, Nelson Souto e Isabel Barbot, que ahora tienen una excelente web de viajes Nelisa, produjeron un reportaje sobre varios fotógrafos para el Dominical de El Periódico que titularon Fotógrafos: el ojo que te ve. Para mi retrato decidieron hacerme posar con la foto que tomé de Garbo en el cementerio aliado de Normandía. Con esa imagen quise simbolizar el que, sin su intervención, los muertos que reposan en las cercanías de la playa del desembarco habrían sido muchísimos más.

FOTO:NELSON SOUTO