Es lo maravilloso de esta profesión, a pesar de las dificultades que la rodean acrecentadas aún más por estos tiempos de cambios y crisis. Porque, ¿en que otra trabajo podría tener la oportunidar de ir en bicicleta con uno de mis ídolos de infancia y, seguramente, el ciclista más grande de todos los tiempos, Eddy Merckx?
Todo empezó con una llamada de Pepe Baeza, el editor gráfico del Magazine de Vanguardia: -“¿Qué haces el domingo? ¿Podrías hacer unas fotos de Eddy Merckx que paseará en bici con unos amigos?-me preguntó Pepe.
Baeza me encarga retratos muy pocas veces, aunque soy un todo terreno, porque cuenta con fotógrafos más especializados. Pero esta vez creo que pensó en mi porque sabe de mi afición a las bicicletas y de que, siempre que puedo, me desplazo en Bicing por Barcelona.
Me puse en contacto con Frank, un belga residente en Barcelona, que era quién organizaba la visita de Merckx. La realización de las fotos tenía una cierta complejidad: Merckx venía de vacaciones y yo me tenía que integrar en el grupo de ciclistas- ¡Nada de seguirlo desde una moto, como pensé en un principio, y nada de dirigirlo para que posara tipo “Vamos delante de la Sagrada Familia y pasas cinco veces por delante”.
Todo empezó con una llamada de Pepe Baeza, el editor gráfico del Magazine de Vanguardia: -“¿Qué haces el domingo? ¿Podrías hacer unas fotos de Eddy Merckx que paseará en bici con unos amigos?-me preguntó Pepe.
Baeza me encarga retratos muy pocas veces, aunque soy un todo terreno, porque cuenta con fotógrafos más especializados. Pero esta vez creo que pensó en mi porque sabe de mi afición a las bicicletas y de que, siempre que puedo, me desplazo en Bicing por Barcelona.
Me puse en contacto con Frank, un belga residente en Barcelona, que era quién organizaba la visita de Merckx. La realización de las fotos tenía una cierta complejidad: Merckx venía de vacaciones y yo me tenía que integrar en el grupo de ciclistas- ¡Nada de seguirlo desde una moto, como pensé en un principio, y nada de dirigirlo para que posara tipo “Vamos delante de la Sagrada Familia y pasas cinco veces por delante”.
Sabiendo las condiciones utilicé un equipo muy ligero: una Nikon D80 con un zoom 17-80, a 400 ASA y en modo semiautomático. Hizo un día precioso, de esos en que es una maravilla pasear por Barcelona. En los lugares algo despejados aceleraba y, llevado por la inercia, me colocaba paralelo a Merckx y disparaba encuadrando en el visor utilizando sólo una mano. ¿Peligroso? Un poco. El buen tiempo había llenado las calles de gente y estuve a punto, dos veces, de atropellar a más de un peatón desprevenido y otra de chocar con Eddy Mercks que me esquivó elegantemente sin rechistar. Hubo más de una vez que me pusé a rueda del mítico campeón y grité a los cuatro vientos: “¡Estoy chupando rueda de Eddy Merckx”!
Por la tarde, José Martí Gómez hizo al ciclista una larga entrevista en un hotel. Y yo tuve cinco minutos para hacerle un retrato para el que utilicé un trípode y el flash Nikon SB 800 desde su lado izquierdo, con una pantalla Apolo y colocado sobre un soporte.
Aquí podéis ver la larga, y excelente, entrevista que le hizo Martí Gómez.
Aprovecho para compartir con vosotros esas fotos y el estupendo paseo en bici con el ciclista más grande de todos los tiempos.
Aprovecho para compartir con vosotros esas fotos y el estupendo paseo en bici con el ciclista más grande de todos los tiempos.
Molt bona! Però això de "seguramente, el ciclista más grande de todos los tiempos"... no pas! Com l'Indurain no n'hi ha hagut cap! ;)
ResponderEliminarHe escrit "segurament", es molt dificil fer comparacions. Però no m'importaria gens ni mica anar en bici amb l'Indurain també
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