¿Una receta culinaria contra la crisis? La historia es que alguna vez cocinaba este plato para cenar. Es sencillo, sabroso y muy fácil . Una vez lo hice para un grupo de amigos y a uno de ellos, Alberto Soulier, un fotógrafo argentino, le gustó de modo especial; tanto que siempre me insistía para que lo volviera a repetir, de manera que, animado por sus comentarios, lo preparé para un grupo muy numeroso con un éxito total. Por eso digo que se ha convertido en una receta para la crisis: se reúne un grupo numeroso de amigos en casa, cada uno aporta algo, yo hago los garbanzos y también pasta con almejas, otro clásico. Pasamos un rato estupendo y es mucho más barato que ir a un restaurante. Muy bueno en estos tiempos de crisis aunque malo para los restaurantes.
Esta es la receta para 4 personas:
Esta es la receta para 4 personas:
Garbanzos con chorizo.
Dos potes de garbanzos cocidos de medio kilo cada uno.
Medio chorizo (picante o no según el gusto)
Un ajo
Una cucharada sopera de perejil fresco picado.
Aceite de oliva.
Sal
Se fríe el ajo y la mitad del perejil, bien picados . Se añade el chorizo cortado a rodajas (yo le quito la piel), cuando está un poco hecho se añaden los garbanzos. Es muy importante añadir todo el líquido que hay en el pote de garbanzos, sino el plato queda demasiado seco. Se deja cocer hasta que el líquido reduzca un poco, se rectifica de sal y se añade el resto de perejil fresco por encima. ¡Facilísimo y espectacular!
Dos potes de garbanzos cocidos de medio kilo cada uno.
Medio chorizo (picante o no según el gusto)
Un ajo
Una cucharada sopera de perejil fresco picado.
Aceite de oliva.
Sal
Se fríe el ajo y la mitad del perejil, bien picados . Se añade el chorizo cortado a rodajas (yo le quito la piel), cuando está un poco hecho se añaden los garbanzos. Es muy importante añadir todo el líquido que hay en el pote de garbanzos, sino el plato queda demasiado seco. Se deja cocer hasta que el líquido reduzca un poco, se rectifica de sal y se añade el resto de perejil fresco por encima. ¡Facilísimo y espectacular!
Hola, Paco. En mi casa es un clásico. Yo lo preparo a menudo, con un poco de pimentón dulce y un poquito de picante (al hacer el sofrito). Luego le mezclo unos taquitos de huevo cocido (a ser posible con la yema aun algo cremosa), y lo acompaño con unas espinacas (una bolsa de espinacas frescas directamente a la sartén - vale cualquiera, no tiene que ser la de El Pais - con un buen chorro de aceite de oliva, removiendo hasta que se evapora todo el agua, añadiendo sal al final).
ResponderEliminarDe hecho lo voy a hacer hoy!
Un abrazo.
Juan Pablo, me confirmas lo que sospechaba: el que muchos fotógrafos hemos reemplazado el remover líquidos en el desaparecido laboratorio en blanco y negro por remover el contenido de ollas y cacerolas.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola, Paco. Lo de las ollas siempre ha sido un placer. En realidad y por desgracia lo hemos reemplazado por horas y horas delante del ordenador, tratando de desentrañar misterios que en su mayoría solamente nos interesan por sus resultados a la hora de adaptarnos a las nuevas tecnologías, en constante cambio. Pero es una reflexión bonita. A pesar de que yo tenía más tiempo para cocinar cuando me metía en el laboratorio por las noches! Abrazos.
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