EVA CERVERA GONZÁLEZ. PERIODISTA
Nací en Madrid hace 30 años y con 24 decidí, por razones personales, mudarme a Barcelona. Creo que, entre otras cosas, tenía ganas de seguir con la filosofía de cambiar frecuentemente de lugar de residencia. Había estado de Erasmus en Gante (Bélgica), dos veranos en Brasil - viajando y estudiando portugués- y seis meses en Hamburgo (Alemania), en una inmersión lingüística en profundidad. Acababa de terminar la carrera, como quien dice, y a pesar de las prácticas en diferentes radios, en el departamento de Comunicación de Renault España, y en algún que otro lugar esporádico, no salía nada que me hiciera feliz. De estabilidad, ni hablamos. Supongo que entonces ya se cocía la crisis que haría borrar esta palabra del imaginario colectivo.
Entre conocer la ciudad, aprender catalán a marchas forzadas e instalarme, la llegada a Barcelona fue hasta estresante. Hice un máster en periodismo más por meterme en el mundillo que por especializarme. Y diría que funcionó, porque a partir de entonces, de una u otra manera, no he parado. Prácticas en la sección de Política y Cultura de El Periódico, suplencias en la revista Playboy (escribiendo reportajes, que conste), en el TV Manía, algún tiempo de redactora en el ADN, y mientras, colaboraciones varias que alargaban todas estas relaciones profesionales y generaban otras: Què fem?, suplementos del Avui, la revista Atenea, la Revista Musical Catalana…
La Vanguardia me permitió vivir dos años de freelance, y conocí lo mejor y lo peor del periodista joven, autónomo reciente. ¿Lo mejor? La libertad para organizarte tu horario, para plantear temas en diferentes secciones, la creatividad que se desarrolla para hacerlo, el ‘espabile’. ¿Lo peor? Escribir desde casa y no saber separar trabajo de tiempo libre, los días tranquilos, la ausencia de compañeros para tomarte un café o discutir ideas, estar 24 horas al día pensando cómo llegar a fin de mes, el estrés por desarrollar temas nuevos atemporales que no supongan grandes inversiones económicas o tener que llamar porque la transferencia no ha llegado.
Con todo, durante esa etapa aprendí tanto o más que en cinco años de carrera. Y un día, por sorpresa, OgilvyOne me abrió las puertas. En esta empresa del Grupo Bassat, con la que colaboré tiempo atrás, trabajo desde el pasado mes de octubre. Me encargo de coordinar el departamento de Contenidos, las publicaciones de algunos clientes y escribir todo lo que me echen.
Nunca me había imaginado ejercer en una empresa de publicidad, pero hoy por hoy, puedo decir que me llena; y es que cada proyecto es un reto y cada día un aprendizaje. La precariedad existe, sí, nos ha tocado vivir una crisis económica y existencial a la que nada ayuda la poca valoración que los propios periodistas otorgamos a nuestro trabajo. Sin embargo, yo me siento afortunada. Reconozco que con 30 años quizá esperaba verme a mí misma en un peldaño diferente, pero hay que saber valorar los caminos insospechados. Así que yo, disfruto de lo que tengo y continúo aprendiendo. Cursos de idiomas (el alemán, tras Hamburgo, acabó instalándose en mi vida); de edición de vídeo; de fotografía; seminarios en Bruselas y Estrasburgo sobre medios europeos que me recuerdan un pasado periodístico mejor; y jornadas que acaban zarandeándome para abrirme los ojos sobre las oportunidades que ofrece el gigante de Internet. Vocación de todo y de nada concreto. Pero vocación, al fin y al cabo, por la que merece la pena luchar. Quizá por eso me involucré, para bien o para mal, en el Col•legi de Periodistes.
Ésta soy yo. Espero que el párrafo de presentación haya sido, como mínimo, más entretenido que la mera relación de logros en el CV. Por supuesto, no está el panorama como para cerrar puertas, así que si alguien, preferiblemente propietario de algún medio o redactor jefe, quiere contar conmigo, le remito el susodicho documento a la voz de ya. Jeje.
Apreciada Eva… me gusta más este formato que ciertos CV o declaraciones de intenciones que terminan por ser tan clásicos como soberanamente aburridos. Leer tus pensamientos como metáfora de tus inquietudes me parece algo tan natural como ese café que decías adolecer no hace mucho con compañeros del trabajo.
ResponderEliminarLa realidad del medio es compleja. Que te puedo explicar que a tus treinta años no sepas y hayas vivido.
Un buen amigo solía decirme cuando hablábamos de alguien que apuntaba maneras… “si tiene cualidades seguro que sobrevive”. Y cuando se tienen treinta años, sobrevivir en el medio por meritos propios forma parte de una predicción de un buen futuro.
En cuanto a ti Paco… me gusta la entrada, el propósito y por supuesto la sonrisa que has captado de Eva.
Un abrazo
No es mal CV, el de tú pupila. Está tambien ésta sonrisa y ésta estupenda narracion que nos ofrece, de su recorrido vital y de sus incursiones en el mundo periodístico. Seguro que saldrá adelante, si no tiene demasiada prisa por comerse el mundo.
ResponderEliminarSaludos cordiales, y ànimo Eva!!!
El curriculum de Eva me hace reflexionar sobre las maneras de acceder al trabajo actuales: muchísma formación, mucha movilidad, no lo entiendo muy bien. Estoy seguro de la valía profesional de Eva, su trayectoria lo demuestra, y no sé cuales de sus cambios de trabajo fueron decisiones própias o ajenas, pero ¿como es posible que en todos esos destinos no la hayan "atado" con un una situación laboral estable? Hemos escrito mucho sobre la crisis en el sector y en este texto entrevemos parte de las razones, los profesionales van pasando de un lado a otro sin llegar a tener tiempo de posar su saber y consolidarlo con la experiencia continua de la que aprovecharse tanto ellos como sus empleadores.
ResponderEliminarPor otra parte leo cursos de edición de vídeo y fotografía, me parece muy enriquecedor que los profesionales conozcamos lo mejor posible la labor de los campos adyacentes a nuestro serctor, pero conozco muchos jóvenes que ahora son fotógrafos, mañana webmaster, al otro iluminadores en un corto, luego maquetadores y después fotógrafos otra vez, y así hasta el infinito, no es que se hagan enormes profesionales con la experiencia, que deberían, es que se acaba con aquello de aprendiz de mucho maestro de nada. Y todo porque es imposible consolidar una formación con una ocupación. En fin, serán los tiempos que nos tocan vivir.
Bueno, Eva, perdoname por volver con lo mismo a cuenta de tu curriculum, ojalá que todo te vaya saliendo como esperas y como mereces por todo tu esfuerzo y valor. Un cordial saludo.
Gracias a todos por vuestros ánimos...y por leerme, que no es poco.
ResponderEliminarTienes razón, Juanjo, actualmente los profesionales vamos pasando de un lado a otro sin consolidar lo aprendido. Yo creo que la movilidad, cuando empezamos a ejercer, puede ser elegida, deseada y, además, positiva. No todo el mundo tiene claro qué camino tomar, y aterrizar en la realidad de una profesión como el periodismo (tintada a priori de romanticismo) puede ser duro.
Pero llega un momento en que la movilidad es obligada. ¡Ya me hubiera gustado a mí quedarme en algunos de los medios en los que trabajé! Sin embargo, a muchos llegué amparada por unas prácticas o un contrato temporal con fecha de caducidad. Y a veces esa fecha es más determinante que los méritos. Al menos, hoy en día.
Sí, es difícil conseguir experiencia en un campo, porque a saber en cuál trabajaremos mañana. Somos "aprendiz de mucho, maestro de nada". Pero yo creo que cada experiencia, sea corta, larga, buena o mala, en un ámbito o en otro, cuenta. Para la vida profesional, sí, pero también (y sobre todo) para la personal. Y eso es aún más importante, ¿no?
Un saludo. Y de nuevo...gracias a todos. Y a ti en especial, Paco,¡por ser tan buen fotógrafo!
Leo tu historia profesional y me trasmite un aire de independencia, capacidad y vitalidad, y el retrato iluminado por una estupenda sonrisa. Sin embargo, desde mi edad y circunstancias que han sido diferentes, me entristece que no puedas aplicar todo ello a una finalidad y a un proyecto o carrera profesional con sentido personal, has de dedicarte a surfear sobre dificultades y oportunidades, a sobrevivir.
ResponderEliminarEn los ajustes que ocasionan las crisis de sobreproducción del capitalismo se desechan o desaprovechan las mercancias y a las personas.
Sin embargo espero que tu acreditada capacidad de supervivencia te permita salir a flote.
Creo que queda muy claro el ejemplo de Eva, como representante de muchos jóvenes como ella, brillantes y muy preparados, y con los problemas aquí comentados.
ResponderEliminarSeguro que Eva saldrá adelante y es admirable su actitud ante las experiencias en sus trabajos, tanto para su vida laboral como para su crecimiento como persona.
Paco, acabas de abrir otra sección en tu blog, los autocurrículums de los invitados!
ResponderEliminarAl leer lo que nos escribes, Eva, me imagino a una persona luchadora y extremadamente competente. La vida no será rácana contigo.
Saludos.
Me encanto tanto la foto como el artículo en Si!!
ResponderEliminarEva habrá sudado elaborando estas pinceladas de la vida, que han quedado excelentes.
Me siento muy identificada con ella pues soy Estudiante de Comunicacion Social (PUCMM Rep. Dominicana) Y se que hacerse un lugar de mérito en esta carrera no es nada fácil. Hay que luchar contracorriente y tal como dice el estudio sobre la precariedad de la carrera que recientemente publico en este medio el sr. Paco, hay que dejar la materia de prepararse como PENDIENTE, es decir, que es algo del día a día.
Incluso en los tiempos de crisis, que inundan cada día más el mundo y tal parece que la paz no vuelve pronto, hay que sacar algo positivo de toda esta negatividad que nos arropa.
Creo que siempre queda algo por hacer y la Causa no esta perdida hasta que por perdida la damos...
Le envío muchos ánimos a Eva.
ResponderEliminarEl periodismo siempre ha sido, más que una carrera, un oficio en el que hay que aprender cada día a buscarse la vida. Es un tiovivo que te permite seguir en él mientras te agarres fuerte. A la que te descuides, la fuerza centrífuga te expulsa sin contemplaciones.
¡Suerte!
Martin, mi idea era poner un link con la foto y el texto de Eva en otra página. Pero cuando me llegó su texto creí que tenía una entidad propia para convertirse en una entrada. Los comentarios, y el númeo de visitantes de ayer (pasaron de los mil) apunta a que no me he equivocado.
ResponderEliminarJejeje, Paco, una cara bonita siempre ayuda. Si en vez de Paco fueras Paca (con perdón), duplicarias la audiencia.
ResponderEliminarSaludetes!
El periodismo está mal, pero también la Fotografía, la agricultura, la construcción, la industria en general... si ante este pésimo panorama llevas a la espalda tanta experiencia y de tan buen nivel es porque la vida, de una forma u otra, está comenzando a ejetutar la deuda contigo y, según leo, todo ello fruto de tus esfuerzos.
ResponderEliminarDe todo corazón deseo que la vida te dé lo que mereces, que no parece ser poco. Me refiero a los logros intangibles que dan la felicidad. Lo miremos como lo miremos, todo éxito en la vida depende de "aquellas pequeñas cosas". Espero que en tu caso sean bien grandes.
Pd: por su puesto, que te llegue la estabilidad que sueñas bien prontito.
Paco, una idea brillante, como tantas otras.
Molt bona iniciativa, Paco. Molta sort, Eva (jo també sóc del 80). Hasta la victoria siempre ;o)
ResponderEliminarMe siento muy identificada contigo, Eva, siempre de aquí para allá, cambiando de trabajo más que de camisa, sin saber lo que va a ser de ti al día siguiente... Un día tienes un empleo que te llena y un sueldo fijo y al siguiente te ves parada y sin poder pagar el alquiler del piso!
ResponderEliminarDentro de lo malo, me alegra saber que somos muchos los que estamos en una situación parecida, eso significa que no todos lo que salen de la facultad de Ciencias de la Información acaban en el Mc Donalds (y con suerte), sino que unos cuantos estamos luchando por salir adelante dentro del medio que nos gusta y que nos llena. Te mando muchos ánimos, seguro que te (nos) va a ir genial. Porque lo valemos y porque queremos! ;)