Abandono Andalucía a través de Despeñaperros conduciendo hasta Madrid. En julio de 1822, los 6 batallones que componían la guardia real se sublevaron y se enfrentaron a la milicia nacional y a la guarnición de la capital española. El 7 de julio hubo una dura y corta batalla en la Plaza Mayor. Un grabado, de autor desconocido, describe el combate en el interior de la plaza. Hasta ahora ha sido la escena más fácil de encontrar, en una soleada tarde que ilumina los soportales bajo el diáfano cielo del verano madrileño.
LA TOMA DE MONTSERRAT
Puente aéreo hasta Barcelona, y de nuevo en automóvil buscando las huellas de la guerra de la Independencia en la montaña de Montserrat.
“El grabado que me muestras está pintado, más o menos, desde justo debajo de la Gorra Frigia” aclara el monje e historiador Josep Galobart señalando a una de las típicas rocas de la montaña de Montserrat. Estamos contemplando un dibujo que muestra la toma del monasterio por las tropas francesas del general Suchet en julio de 1811.”El santuario era claramente indefendible debido a su situación” continúa Galobart. “Está enclavado dentro de una especie de semicírculo de montañas que caen a pico sobre él. La toma de cualquiera de ellas permitiría al enemigo acribillar a sus defensores a placer”.
El monasterio de Montserrat fue declarado “plaza de armas” por la Junta Superior de Defensa de Catalunya. Y la inesperada derrota de los franceses, en los altos del Bruch, ante unos campesinos, menores en número y peor pertrechados, desató todas las alarmas en el ejército galo. El hecho de que los somatenes enarbolaran un estandarte de la Virgen de Montserrat, y la cercanía del monasterio, dieron a la gesta de los catalanes un significado religioso. El general Suchet necesitaba una victoria simbólica. Tras recibir el permiso de Napoleón para atacar Montserrat, una columna ascendió por Can Maçana, pero fue rechazada por los cañonazos de la batería de L’Hospitalet que les cerraba el camino. Como en muchas de las batallas, que transcurren por pasos, montañas y desfiladeros, no tardó en aparecer el traidor de turno. Un habitante de Monistrol guió a un grupo de soldados por el camino de l’Arrel, y tomaron la batería tras una maniobra envolvente.
“Al igual que en muchos dibujos, el artista interpreta la realidad a su modo. Los franceses, reproducidos en primer plano, no llegaron por ahí, sino por la ermita de San Dimas, al fondo del grabado. Pero desde allí no podrían haberse pintado al mismo tiempo que el monasterio” cuenta el monje”.
Los hombres del general Suchet incendiaron un santuario, vacío ya de defensores que escaparon por la ladera opuesta, hacia Collbató.
Paco, sabes que el pico en primer plano de Montserrat, se llama "els retornats"?
ResponderEliminarMuchas gracias por la información, Màrius. No lo sabía.
ResponderEliminarComo siempre muy interesante, gracias.
ResponderEliminarSaludos desde el otro lado del Atlántico.
Tu Amiga
C
Gracias a ti,C. Saludos desde el Mediterráneo.
ResponderEliminar