miércoles, 21 de abril de 2010

A LAS PUERTAS DE LA MUERTE Y LA IGLESIA DE AUVERS DE VAN GOGH.PRIMERA PARTE.

PARQUE NATURAL DELS PORTS. TARRAGONA

Esta es una historia real que me sucedió hace unos años. Dicen que el ser humano utiliza sólo un diez por ciento del poder potencial de su mente. A veces, no se sabe por qué, esa capacidad se amplía y suceden hechos extraordinarios como en mi caso. Se abrió un resquicio desde donde puede atisbar algo que sucedería en un futuro no muy lejano y la experiencia fue aterradora.

Ian Fleming, al inicio de su novela Sólo se vive dos veces cita una estrofa de un poeta japonés, Bashô (1643-1694):

Sólo se vive dos veces:
La primera al nacer;
La segunda cuando te encuentras delante de la muerte.

En tal caso, yo ya he vivido dos veces.
Como dije, ha pasado ya un cierto tiempo, y he reunido el valor suficiente para contarlo en estas páginas.

VUELO DE ÁGUILAS

La gran ave abandonó el planeo en círculos y emprendió un largo picado, pasando a una treintena de metros de donde me encontraba, de pie al borde del barranco. Aferrado a mis prismáticos, pude distinguir la ausencia de manchas blancas que la identificaba como un adulto y las plumas de color ocre sobre la nuca que le habían dado el nombre de águila dorada.
La gran depredadora, aprovechando la velocidad adquirida, pasó en vuelo rasante sobre la cresta montañosa, en el macizo Dels Ports, y desplegando las anchas alas frenó en seco. Fallido el intento de capturar algún córvido o conejo desprevenidos, la rapaz volvió a planear sobre el vacío. Tras ella, en una vista que cortaba la respiración, se extendían las tierras del Delta del Ebro: la Punta del Fangal a la izquierda, la isla de Buda en el centro y la Punta de la Banya a la derecha.


DELTA DEL EBRO. TARRAGONA
FOCHAS. DELTA DEL EBRO

Oculta hasta entonces por el farallón, otra águila real ascendió a caballo de la corriente térmica y se unió a la primera en un fascinante ballet de vuelos acrobáticos. Su mayor tamaño la identificaba como la hembra y, durante varios minutos, me regalaron con sus revoloteos nupciales antes de desaparecer ocultas tras las rocas.
Contemplé el río Ebro, que discurría como una cinta plateada bajo mis pies, y llené mis pulmones con el frío y seco aire de febrero. Me senté en una roca y con la mano derecha me palpé el dolorido abdomen con la cicatriz que transitaba entre el ombligo y el diafragma. Y por primera vez en varios meses me sentí lleno de vida.


Todo había comenzado casi un año antes. Era una época en la que colaboraba asiduamente con el Dominical del Periódico de Catalunya realizando principalmente temas internacionales y algún que otro reportaje local.
Era el mes de marzo de 1990, y me encontraba junto a mi amigo, el periodista Albert Cañagueral, en la localidad francesa de Auvers-sur Oise, un pueblecito situado a treinta y cinco kilómetros de París, en donde Vincent Van Gogh había vivido la última etapa de su vida.

(Continuación).

17 comentarios:

  1. Carai Paco, lo cortas de repente. A ver como sigue mañana... Yo tuve una experiencia en la que casi me muero. Si ya era radical antes del accidente, ahora lo soy más todavía. Ánimo!

    ResponderEliminar
  2. Mmmm, esto promete. Estaremos atentos.....

    ResponderEliminar
  3. Hace dos entadas nos alegrábamos con el triunfo de la fotografía frente a los braquets y hoy lo hacemos con belleza de las palabras.

    ResponderEliminar
  4. Anónimo21/4/10

    Hermosa introducción para una historia que promete.

    ResponderEliminar
  5. Anónimo21/4/10

    Ostres Paco!!!
    estava impacient esperant la teva història...merci per compartir-ho!!!!
    Esperaré amb candeletes cada un dels capítols!
    Ja ho comentarem!
    Fins aviat,
    Carla

    ResponderEliminar
  6. Dasiel Hammett también publicaba
    histórias por entregas.
    Me tienes con el alma en vilo

    ResponderEliminar
  7. vaya, nos has dejado en historius interruptus! pero prefiero estos cortes que los de telecinco, almenos sabes que lo que viene después será interesante, jejeje! espero ver como termina! :)

    ResponderEliminar
  8. Suspense, suspense. El problema es que es una historia bastante larga y he aprendido que la extensión de los posts ha de ser bastante reducida. Así que la he troceado por capítulos.

    Jordi, el que ahora me has dejado intrigado has sido tú. Bueno, ya lo contarás.

    Gracias Carlos Lorenzo, espero que la historia esté a la altura de las expectativas. A mi me marcó mucho. El escribirla es recordarla con pelos, señales y…fotos.

    Carla, tot acaba arribant. Ja us heu recuperat, tu i la Cris, del viatge a Canaries?

    ResponderEliminar
  9. Los orientales cuando sacan la espada filosófica con los asuntos trascendentales de la vida se quedan solos.
    Esperaremos atentos al desenlace.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  10. edsel22/4/10

    "Van Gogh committed suicide by shooting himself in the stomach..." "y con la mano derecha me palpé el dolorido abdomen con la cicatriz que transitaba entre el ombligo y el diafragma..." hmmm......!?

    ResponderEliminar
  11. Haurem d'estar atents a la continuació del teu relat, força intrigant.....

    ResponderEliminar
  12. juana22/4/10

    ¡Qué bien escrito! ¡Es tan difícil escribir algo sobre paisajes y naturaleza...! Te animo a adentrarte en el campo de la narración de viajes. Los ingleses tienen una larga tradición y no creo que tu capacidad desmerezca de la de cualquiera de ellos. Eso sí, tendrás que escribir más horas.

    ResponderEliminar
  13. Continuarà Jordi, continuarà.

    Muchas gracias Juana. Pero de comento continuaré combinando fotos y textos, sobre temas variados, en donde por descontado estarán los viajes.

    ResponderEliminar