No hace mucho, en estas páginas, exponía mis dudas sobre el tratamiento de las fotos de Isabel Muñoz, y su postproducción en Photoshop, de la ministra Elena Salgado en el País Semanal. En esta ocasión quiero expresar mi admiración por el maravilloso trabajo realizado por Isabel que pasó seis meses fotografiando a los niños del mundo. Fue un encargo de UNICEF y apareció publicado en el País Semanal del pasado domingo 15 de noviembre. Destaca el gran trabajo técnico utilizando flash mezclado con la luz ambiente, la puesta en escena y la impecable postproducción de David López. Los catalanes tendremos el privilegio de ver la exposición en Caixa Forum esta primavera y los castellanos en el Caixa Forum de Madrid en el otoño de 2010. Será una exposición que nadie debería perderse.
OUALID, 13 AÑOS, MARRUECOS
Desde la humildad del agrimensor, decir que a mi me gustan mucho. Ese flash me parece estupendo y las composiciones y el tratamiento.. (en la primera me hizo dudar al principio, pero me ha convencido). Fantástico !
ResponderEliminarPues a mí no me gusta ese tratamiento artificioso. Parecen postales de Unicef para ablandar los duros corazones occidentales en Navidades. Creo que Isabel Muñoz está incurriendo en el mismo error que S.Salgado: el manierismo. Son fotos quietas y con muy poca vida. Lo mismo se puede hacer en estudio.
ResponderEliminarEn todo caso una lección para todos. No es imposible tirar adelante grandes proyectos si posees el bagaje incontestable de Isabel, y sabes buscar las fuentes de financiación y promoción adecuadas (La Caixa, la UNESCO, El País...). Por descontado no es fácil, pero sí posible. Una buena noticia, independientemente de que cada fotógrafo habría utilizado un enfoque diferente de haber recibido el mismo encargo.
ResponderEliminarA mi lo que menos me gusta es la postproducción. Las tomas creo que van muy en la linea de la autora y la combinación de flash con luz ambiente resulta efectiva para la intención de la autora.
ResponderEliminarPero me llama la atención que parece consolidarse un oficio, el de postproductor, como antes estaba (o todavia existe) el del profesional del tiraje fotográfico que interpreta la imagen para dejar constancia de su "oficio".
Amigo Paco: ya te iba a pegar un toque pues me extrañaba mucho que no hubieses hecho ninguna referencia a este envidiable trabajo. Daría la enhorabuena a la posibilidad de poder hacer eltrabajo. Modestamente el resultado final no me gusta. Fotos excesivamente preparadas. Muy formales en la línea del trabajo de Isabel Muñoz a la que admiro en otros contextos. No deja de fijarse excesivamente en los labios abultados de las mujeres. Yo habría buscado otro fotógrafo o fotógrafa más natural y socialmente comprometido. Se me ocurren varios nombres que participan en este foro. Un saludo. SEbastián Martín Ruano.
ResponderEliminarYo creo que gusten o no, son espectaculares, es decir llaman la atención y como dice Tino cada uno lo hubiera planteado a su manera. A mí particularmente tal como esta, me gusta. Aunque siempre me dicen que tengo las fotos un poco saturadas y con colores muy vivos... Quizá es por eso que me gustan...
ResponderEliminarohhh!!! que divinidad, parecen de la Leivovitz.!!!!
ResponderEliminarya no tenemos nada que envidiar en plan pasta, postproducciòn,y ademas, el pais y la caixa...que derroche de medios.
se me pone la piel de gallina.
lacola
A mi tampoco me gusta la postproducción. Aunque no he visto más fotos que estas mostradas aqui, me parece un trabajo muy desigual. La primera foto parece un vulgar HDR de los muchos que hay por Flickr, muy poco original. Tambien hay que decir que el 90% de concursos los están ganando fotos así. Será la moda.
ResponderEliminarCuando lo vi publicado en el País semanal ya me creó dudas el reportaje. Algo no me acababa de encajar. No digo que técnicamente no sea un reportaje muy bueno (que te guste o no las tècnicas utilizadas y el tratamiento posterior, ya es algo más personal), pero el enfoque no me gustó. Como se ha comentado ya, me parecen fotos demasiado preparadas, casi de estudio, y creo que el tema daba para otro tipo de fotografía más espontànea (tratandose de niños, que a poco que les dejes, se olvidan de la cámara y empiezan a hacer de las suyas...)
ResponderEliminarAun así, hay fotos muy buenas.
saludos!
Pues como estamos hablando de gustos, la verdad es que estas fotos no me ponen nada. Eso si, hay que reconocer la técnica, la postproducción y seguramente los cuadros de metro por metro que se utilizarán. Paco, este blog cada día está más calentito. ¡¡Enhorabuena!! zorionak!!
ResponderEliminarPues yo me apunto al carrusel de los que no les convencen las fotos, con todos los medios puestos a disposición de Isabel, creo que lo podría haber hecho mucho mejor, haber arriesgado algo y dejarse de tanta pose sin espontaneidad, ni alegría ni alma, ni na de na.
ResponderEliminarÚltimamente se ha puesto de moda esta postproducción tan agresiva, y que no me gusta nada, que convierte a cualquier figura humana en una especie de dibujo animado. Uno de los culpables, un fotógrafo americano llamado Dave Hill.
ResponderEliminarPara mi gusto sobra postproducción. Presenta a los niños como modelos, igual que en los editoriales de moda que se pueden ver en revistas dirigidas a los jóvenes. Tonos saturados, efectos muy marcados del photoshop...
ResponderEliminarPor otro lado, me gusta gran parte del trabajo de Isabel Muñoz. Y una curiosidad:
En la biografía de su web comienza diciendo que los fotógrafos son tramposos redomados, hacen trampa con la realidad.
Hola, està clar que sobre gustos no hi ha res escrit. Però veig que cada vegada hi ha més reportatges que segueixen aquesta línia de postproducció; només cal veure les fotos aparegudes fa dues setmanes al mateix El País sobre els conflictes oblidats de Juan Carlos Tomasi o el retrat fet a en Pujol aquesta setmana per veure com es segueix aquesta tendència.
ResponderEliminarDe totes maneres em fa gràcia que unes setmanes enrera discutíssim sobre el futur del fotògraf del SXXI i siguem els mateixos fotògrafs els que ens tirem pedres al nostre teulat. A mi, sempre i quan no es vulgui falsejar la realitat de forma descarada, ja m´està bé. Recordem que a qualsevol camp de l´art al llarg de la història hi ha hagut qui ha fet coses diferents de les establertes. Al final el temps acabarà dient si està bé o no.
Dani, es verdad, la foto de Puyol tenía migas...
ResponderEliminar¡Uf! Menuda se ha liado. Y como comenta Joseba Zabalza este blog(a veces)está bien calentito. Como tengo muchas cosas que comentar al respecto y quiero hacerlo de una manera razonada y reposada, lo voy a hacer en un nuevo post que creo que colgaré el próximo miercoles
ResponderEliminarPues estaré atento a ver si Isabel se deja caer por la expo de barna para hacer alguna charla, etc.
ResponderEliminarSaludos!
Jo creo que hay un poco de envidia (sana espero) en la gran parte de comentarios negativos..
ResponderEliminarJo crec que la part de crítica sobre el tractament estètic no deixa de ser una opinió subjectiva. El què em preocupa, és que ens limitem a debatre això i no el tema de fons que és el més important, o hauria de ser-ho. Així, aquesta tendència de pre (totes les escenografies preparades) i postproducció (tractaments excessius) que s'estan convertint en hàbit i moda (ui, ui!) en la fotografia fotoperiodística i de reportatge, fa que el públic es limiti a dir "quina foto més guapa". Que el públic al final no vulgui participar en problemes aliens i prefereixi mirar-s'ho amb distància, és un fet. Però, i la funció del/la fotògraf/a? On és? Tant poc ens interessa la realitat que l'hem de manipular i maquillar?
ResponderEliminarNo, Gemma, la opinión sobre el tratamiento estético tiene que ver precisamente con que vacía de sentido la fotografía, convirtiendo a esos niños en simple material estético. Esas imágenes en principio van destinadas a una publicación, El País, que cada vez más tiende a diluir el mensaje político. De otro lado, Isabel Muñoz probablemente debe o quiere sacarles un rendimiento comercial a largo plazo. Esas fotos de gran tamaño van a galerías, para coleccionistas, museos, etc. No deja de ser curioso que en pleno siglo XXI se hagan fotografías que parecen pintura del siglo XIX.
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