VIDAS EN CALMA . MAKING OFF

UN BUEN PARASOL Y UN BUEN AYUDANTE. FOTO:MARIE-PIERRE LAFONTAINE

JORDI NOGUERAS

KRIS UBACH

“Vidas en calma”, el reportaje que publiqué hace poco en Magazine de Vanguardia partió de una propuesta mía. Pensando en temas que desembocaran en historias interesantes me acordé de mis amigos Jordi Nogueras (constructor de aviones de radio control) e Isabel Vilá que había dejado el periodismo para montar una casa de turismo rural, Cal Porrerà, en el corazón de la comarca vinícola del Priorat. Al director del Magazine le pareció interesante mi propuesta y me dio luz verde para llevarla a cabo. Añadí a la lista a otros dos amigos míos: Víctor Palomera y Kris Ubach. La fotógrafa Colita, que conoce a todo el mundo, me puso en contacto con Leonor Díaz de Liaño, del refugio de équidos, y, Celtia Traviesas, la periodista que escribió el texto contactó con Hammad Alzayat y con Lidia Salas.
Antes de comenzar un reportaje me planteo siempre el enfoque fotográfico. En este caso decidí hacer retratos muy bien iluminados con flashes de estudio. En los lugares en los que podía disponer de una toma de corriente utilicé una maleta con dos flashes de estudio de 250 vatios de potencia y paraguas para suavizar la luz. Con ellos fotografié a Jordi, a Víctor, a Isabel, a Hammad y a Lidia.
Para los retratos en los que no podía disponer de toma eléctrica utilicé un flash Norman con batería, de una potencia de 400w, y una ventana para suavizar la luz. Se necesita un fotómetro de flash para medir la potencia de los destellos y aplicar el diafragma correspondiente. Lograr el equilibro entre el flash y la luz ambiente es delicado. La tecnología digital lo ha simplificado mucho. Antes, necesitábamos polaroids para comprobar el resultado antes de las fotos definitivas.

FOTO: LUIS MIGUEL MARCO

¡Problema! Aunque el ordenador portátil está encendido, debido a la fuerte luz ambiente no se ve nada en la pantalla. ¿Solución? Cortar y pegar el gráfico correspondiente a la sesión en curso de la Bolsa española en una postproducción con la ayuda de Photoshop.

Victor Palomera

FOTO: LUIS MIGUEL MARCO


ISABEL VILÀ EN SU BODEGA DE CAL PORRERÀ.

FOTO: GEMA DARBO

Para el retrato de Hammad usé dos flashes; para todos los otros personajes sólo uno. Podéis ver la segunda unidad detrás del microscopio y las patas del soporte que aguanta el flash debajo de la mesa. Empleé este segundo flash para separar a Hammad del fondo, que era muy oscuro, y,también,para iluminar las probetas con los líquidos verde y rosa ( pintura para niños disuelta en agua que compré en un todo a 1 euro chino) a contraluz.

HAMMAD ALZAYAT. KABARA


LIDIA SALAS

Para los retratos en los que no podía disponer de toma eléctrica utilicé un flash Norman con batería, de una potencia de 400w, y una ventana para suavizar la luz.

Siempre que tomo retratos en interiores utilizo trípode. Tras probar varias marcas me decanté por la marca Gitzo. Son muy resistentes y al mismo tiempo ligeros. La última moda son los de fibra de carbono que pesan muy poco. Eso sí, cuestan el doble de los de aluminio. En medio, tanto en peso como en precio, tenemos los trípodes de basalto.

BEATRIZ DÍAZ DE LIAÑO.


FOTOGRAFIADA CON UN FLASH NORMAN.