Foto llama a Foto. Iba para
el curso de fotografía de viajes de Nikon. Había estado lloviendo todo el día, pero poco antes de comer había parado y empezaban a abrirse claros. Cuando me acerqué a
Nikon, cerca de la plaza de Europa, la luz era espectacular.Y también los colores.
Por suerte llevaba mi cámara compacta.
¡Qué bonita! Me encanta esta "entrada" entre el mundo natural y el artificial... La naturaleza y la obra de la mano del hombre... El milagro de las luces y colores de otoño... ¿Ves, Paco, porqué siempre digo que el otoño es la mejor época del año? Fotográficamente hablando... Y por temperatura, tampoco podemos quejarnos.
ResponderEliminarEs verdad Eva, alguna de estas luces tan bonitas aparecen en otoño, aunque también en invierno.
EliminarUno nunca sabe cuando va a encontrarse con una toma curiosa, yo también soy de las que van SIEMPRE con la cámara encima.
ResponderEliminarHaces bien Lina.
EliminarLos colores, su temperatura, el contraste, el encuadre... Uf... esa compacta que buena compañera es.
ResponderEliminarUn amigo mio, dice de la suya que es como el agua cuando tienes sed.
Un abrazo
Bonita Frase, Jan. Me la apunto.
EliminarEspectacular foto y contrastes!!!!
ResponderEliminarAcabo de ver tu blog, enhorabuena!
te paso mis coordenadas por si te interesa cambiar blogroll (me lo dejas un comentario).
Saludos viajeros
"El LoBo BoBo" http://piniella2.blogspot.com
Gracias Paco.
EliminarSaludos viajeros.
A mi también me apasionan los colores y, si hay buena luz, no puedo evitar hacer la foto. Precisamente acabo de regresar de Estocolmo, donde ha estado casi todos los días nublado o lloviendo, pero cuando salía el sol, aunque solo fuese durante algunos minutos, los colores eran tan maravillosos que las escasas fotografías que he tomado valen por todas las que no he hecho.
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