Es la magia de la fotografía que apasiona a millones de personas en todo el mundo. La cantidad de imágenes que hay si sabemos verlas, y luego, mediante la técnica, poder plasmarlas. La foto de hoy corresponde a unas hojas de crasa, la planta exterior justo delante de la ventana de mi estudio.
Estaba hablando con una querida amiga por teléfono, cuando de repente, vi que desde un ángulo muy particular la luz del sol poniente iluminaba este trozo en concreto de la planta. Me disculpé explicándole que había descubierto "otra foto" y no tenía tiempo que perder. Antes de hacerla ya la había visualizado: utilizaría el tele de 180 mm a plena apertura, en modo manual, con medición ponderada al centro y las ramas más gruesas de la planta me servirían como marco desenfocado. Como decimos en Cataluña "dit i fet". Dicho y hecho. Di un vistazo a la foto en la pantalla, me pareció correcta y guardé la cámara. Pero la historia no acaba aquí.
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Los que miran las fotografías por el simple placer de buscar la estética o admirar el trabajo de uno, olvidan fácilmente el trabajo que esconde una imagen. Una vez expuesta, ese clic parece ser motivo de la suerte. Pero como dijo el gran Severiano Ballesteros cundo un “periodista” le pregunto ante uno de esos golpes magistrales suyos…
ResponderEliminar.- Ese golpe es producto de la suerte ¿verdad?
Y Seve respondió…
.- Cuando más entreno, más suerte tengo.
Un abrazo Paco
Está muy claro todo lo que expones, Jan.Y conocía la respuesta de Seve. Pasa como en todo.
EliminarY?
ResponderEliminarNo es mejor la primera?
Yo creo que sí. Aunque si te has leido bien el post, la primera es la del final y la segunda la del principio.
EliminarA mi me gustaria tener una ventana como la tuya.
ResponderEliminarHay que ver cuantas cosas, se mueven a tu alrededor. No cambeis nunca de piso.
es un pozo de buenas imágenes.
de la camara tal o cual, ni idea, amigo.
saludos.
Gracias Montserrat. Vuelvo a insistir en que creo que el valor de este trabajo es el conjunto.
EliminarSaludos
Paco, veo que has modificado el título, ahora es un simple proceso, calificación que resulta mucho más apropiada. De nada, hombre.
ResponderEliminarQuasimodo.
Todo es relativo Quasimodo, sobre todo el tiempo, pero he de reconocer que no te falta algo de razón.
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