VIENA
Viene una ola de frío siberiano. Y dicen que en nuestro país será la más fuerte de los últimos 50 años. Eso me hizo reflexionar a ver cuál fue la vez que pasé más frío en mi vida. Y recordé dos en las que estaba trabajando. Y no eran lugares espectacularmente fríos como a los que va Paco Nadal, a Groenlandia o a la Antártida, por ejemplo.
El primero que viene a la memoria es Viena. A principios de los noventa, en pleno invierno. Un trabajo para el dominical del Periódico acompañado de mi amigo el periodista Albert Cañagueral. Tuvimos alguna nevada, durante las que no hace tanto frío. Después tuvimos días ventosos y soleados en los que pude hacer buenas fotos como esta del palacio de Schönbrunn, aunque ya hacía un frío de aupa.
PALACIO DE SHONBRUNN. VIENA
El problema es que tuve la peregrina ocurrencia de fotografiar el Danubio, por aquello del Danubio azul y todo eso. En la oficina de turismo ya me lo desaconsejaron, pero yo erre que erre. Ya no pasaba por el centro de la ciudad. Para evitar inundaciones lo habían encauzado lejos y pasaba por debajo de un larguísimo puente para automóviles que tenía una pequeña vía peatonal por la que emprendí la marcha. A pesar de que iba bien abrigado, estábamos a muchos grados bajo cero y literalmente lloraba y se me caían los mocos de frío. Cuando llegué al centro del puente aterido, tenían razón en la oficina de turismo, la foto no valía nada, tanto que ni la conservo. Uno de los dos cuerpos Nikon, una F3, que llevaba dejó de disparar, por el frío. Y pillé un resfriado de aúpa que me duró un par de semanas de vuelta a Barcelona. A Albert, que iba por su cuenta le pasó lo mismo. Y no nos sirvió de nada la cantidad de tes con ron que nos tomamos en los preciosos cafés vieneses.
La segunda vez que más frío pasé también fue trabajando.Os la contaré pronto.
¿Y vosotros? ¿Os acordáis de la vez que pasásteis más frío?
Que lujo! Vienna nevado! :)
ResponderEliminarLa ve que pase mas frío? Navidad del 2009 en New York!
4 horas después de aterrizar Cerraron los aeropuertos y en midtown habia 40 centímetros de nieve. Estábamos dentro de un restaurant y veíamos la nieve no caer... pasaba horizontalmente del viento que había. Al salir horas después, la niebla no dejaba ver más allá de unos pocos metros. Encontrar la entrada al metro en semejante escenario, fue una odisea... y mira que hay entradas de metro en New York! :)
Esa foto del palacio da frío solo de verla. El resfriado no se te pasó, pero seguro que esos tés con ron lo hicieron más llevadero.
ResponderEliminarHará unos tres o cuatro años, un fin de semana que me tocó ir a cronometrar a Port del Comte, por efecto del viento, la temperatura de sensación era de unos 25 grados bajo cero, la nieve que se levantaba me heló el poco pelo que me sobresalía del gorro y la capucha, estarse quieta es muy malo, pero yo no podía estar saltando, no podía ni hablar. He estado a estas temperaturas otras veces, pero si me estoy moviendo no hay problema. ya os contaré que tal el sábado, si no me quedo tiesa en el telesilla, que parece que va a hacer muuuucho frío.
A ver, hay uno que sé pq me lo han dicho, pero yo era muy pequeñajo y no lo recuerdo. Fué en Canadá, durante una oleada polar y se llegó a -53ºC, vamos, que nevó en Texas y eso ya es difícil... jajajaja.
ResponderEliminarA parte de eso, la otra vez que lo pasé mal fué enmedio de los Pirineos, haciendo un trabajo de fotografía sobre alpinismo, no se nos ocurrió nada mejor que ir en un día que estaba la cosa a -20ºC acompañado de una ventisca bastante peligrosa, ya que no se veía nada y además te arriesgabas a que te hiciera caer por un barranco. Obviamente la bevida se nos congeló, pero lo que más me sorprendió es que los frutos secos, con su poca cantidad de agua también y era como ponerse una piedra helada en la boca. Ah! además, recuerdo como se me rompió un grampón a medio camino de una canal (Couloir), con lo cual, tuvimos que abortar el ataque a la cima y mis compañeros tenian que ir escarbando una escalerita con sus piolets para poder afianzar el pié en el suelo helado.
Ay Paco! Qué aventuras más buenas! La vez que pasé más frío fue en Cracovia el año pasado a menos -19º con un vientazo que sentía que estaba a -25 Terrible, en ese momento entendí la expresión de 'como agujas' en la piel. Fotos pocas ese día, porque apenas podía caminar, tuve que esperar al dia siguiente cuando amainó el viento para poder salir -helada igual- a hacer alguna foto y dar un paseo un poco más tranquilo. Cafés, tés y chocolates calientes, los hubo a montones. Un saludo!
ResponderEliminarPues sí Paco, eso sí que es frío. Lo que estamos teniendo es España es un invierno normal y corriente, aunque tardío.
ResponderEliminarMe gusta mucho la primera foto. La fuga y la profundidad son muy buenas.
Un saludo!
Hola Paco. Mi historia es parecida a la tuya, aunque en Praga. Invierno muy, muy frio y me desperte a las 5 para sacar la foto del Charles Bridge vacio (o casi) y nevado. Casi se me congelan las manos y las baterias de la camara murieron en minutos, pero antes consegui la foto.
ResponderEliminarhttp://nachohernandez.photoshelter.com/image/I00009.yMtYw43cw
Realmente el empeño te hace hacer muchas cosas... eso por si solo ya dice mucho del fotógrafo!
ResponderEliminarDe la segunda imagen el encuadre me gusta mucho, y la combinación del color también.
Salut!
Cabo Norte, -25 grados y con unas rachas de viento terribles que acrecentaban en varios grados negativos la sensación térmica. Sólo asomaba un poco la cara porque iba vestido que parecía el muñeco de la Michelín... pero suficiente para notar un frío que cortaba.
ResponderEliminarEn unos días, superaré esas temperaturas, pero tendréis que adivinar el destino en el concurso que plantearé :-)
Caray, pues yo también pasé muchísimo frío en Viena un Febrero de principio de lo noventa. ¿Fue quizás aquella vez que nos encontramos haciendo fotos desde el escenario , o era un palco, del Baile de los Medicos en el Hofburg?
ResponderEliminarRusia, a -18 i només de pensar amb aquells rius i llacs glaçats s'hem gela l'esperit...
ResponderEliminarT'entenc perfectament !!
Nadal de 1978, Malmöe (Suècia) a 22º sota zero. Em vaig treure la "manopla" de la mà dreta per fer una foto, i en un minut ja no em sentia la mà, i tanmateix la Nikon FM no volgué disparar. Recordo que em digueren que tenia "estalagmitas" per la barba...
ResponderEliminarHace muchos años, una noche de Reyes, que nevó incluso en Barcelona, al día siguiente fuimos a esquiar a Puymorens. Un termómetro al sol marcaba -27 grados. Luego nos dijeron que a la sombra -35. Íbamos muy bien equipados, pero aguantamos poco... eso si, la nieve perfecta, y no había ni dios!!!
ResponderEliminarChile 1974 en portillo invierno muchos grados bajo cero nevando revista de instruccion de esqui y unos doscientos cadetes esperando en lo alto de una loma a su turno por alfabeto el mio era la S y los minutos de espera y ser negado para el esqui cuando me toco estaba medio congelado y el equipamiento no era de north face y los esquis habian perdido por suerte la capa de fibra de vidrio asi que tuve suerte que no deslizaran muy bien.
ResponderEliminarLes teves fotos sempre tenen lirica.
ResponderEliminarUn plaer per dies que no són dels millors!
La última que recuerdo es en el campo de futbol de Olot, fotografiando el partido contra el Terrassa. Entre la mala iluminación y mi tembleque, la mitad salieron trepidadas. Este sábado seguramente me toca fotografiar el Vic Terrassa, ya empiezo a temblar...
ResponderEliminarMe encanta la fotografía de los árboles, Paco. Es magnífica.
ResponderEliminarHalley Bay. -32º al migdia. Dos dies inoblidables.
ResponderEliminarUn abraçada
Según los comentarios, el record, no de frío padecido, pero si de temperaturas bajas se lo llevaría Xabier Laburu con -53º que me parece una barbaridad.
ResponderEliminarEntiendo lo que dices Carolina, porque en el interminable puente sobre el Danubio también soplaba mucho viento.
Esperaremos noticias de tu nuevo gélido destino Rafa. Conmigo que sólo cuenten si es un viaje a los trópicos.
¡Que sorpresa tener noticias tuyas Francisco! Fue precisamente esa vez, y perdona que no revele el sitio-menuda casualidad-porque me has dado una idea para un post. Atento los próximos días. Espero que estés bien.
Un fuerte abrazo.
Curiosa historia Hugo. La de cosas que has llegado a hacer.
Moltes gràcies Laia. Malgrat els dies espero que estiguis bé.
Bueno Alberto. Eres un fotógrafo duro. Seguro que el frío no podrá contigo.
Gracias Elizabeth. Pero lo bueno es que he descubierto una historia estupenda acerca de esa foto. Ya tengo un nuevo post preparado.
Muchas gracias también a Aníbal, Joana, José Ramón, Nacho, Josep Lluis, Maria Rosa i Joan Josep, Albert y Jan por vuestros comentarios y por compartir vuestras experiencias.
Pues el frio, aveces, tiene este don de darle un aire particular a las fotos. Evidentemente la del paseo con la señora andando ella sola es como una induccií al tunel del frio y el Palacio Imperial con la estátua a primer término necesiota el manto blanco de la nieve para provcar la sensación de frio, muy lograda en ambas fotos. Siento lo que los resfriados, pero debisteis tomarons unos cuantos "snaps" Albrt i tu.
ResponderEliminarJolín que mal escribo cuando tengo prisa
ResponderEliminarBueno Antoni, tu como esquiador del equipo español, además de fotógrafo, seguro que sabes mucho sobre lo que es pasar frío.
ResponderEliminarUn abrazo
...este Palacio de Viena lo conozco en verano, en invierno y con nieve es una pasada
ResponderEliminarMmmm, la vez que he pasado más frío durante más tiempo no tiene nada que ver con la fotografía. Hace años hicimos un viaje en moto a Amsterdam en agosto. Salimos de Barna a 30º y ligeritos de ropa, cuando llegamos a Amsterdam veintipico horas después llevábamos puesta toda la ropa que teníamos porque llevábamos varios cientos de km a 5º o menos. Se me hizo muy laaaargo...
ResponderEliminarEs que muchas veces, y de ahí el post, lo que cuenta es nuestra sensación de frío y no la temperatura real, Martin.
ResponderEliminarLa vez que sentí más frío estaba en medio del desierto en la India, en un pueblo donde no había ventanas en las casas, tiritábamos de frío, nos aconsejaron ponernos papel envuelto debajo de la ropa para no pasarla tan mal, no llevábamos ropa especial, el viento soplaba helado, nos congelamos, pero nos alentaba saber que estábamos ahí para servir a la comunidad. Otra vez fue en la Sierra Tarahumara, donde la temperatura baja varios grados bajo cero, nos quedamos en un pequeño poblado también,el viento entra por todos lados a través de las paupérrimas casitas de los indígenas, no hay manta que sirva, pero la experiencia nos sirvió para apreciar y agradecer lo que tenemos en casa.
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