(CONTINUACIÓN DE XAVIER VINADER NOS HABLA DEL PERIODISMO DE INVESTIGACIÓN EN ESPAÑA)
El panorama se complica mucho, se degrada y muchos periodistas-antes de dejarse instrumentalizar-prefieren transformar las investigaciones en libros. Se inicia una caída que aún no ha parado.
Es curioso comprobar, en la actualidad, la ausencia de equipos de investigación en los grandes medios de comunicación españoles. Pero hay una explicación. Para hacer periodismo de investigación hacen falta profesionales liberados, tiempo, dinero e independencia editorial. El principal objetivo de los diarios es ganar dinero. Y los equipos de investigación, por sus propias peculiaridades, son entidades que muchas veces escapan del control del medio, cuestan mucho dinero, generan tensiones dentro de las redacciones, piensan y actúan de forma autónoma y escarban donde otros no quieren que se haga. En definitiva, se vuelven incómodos y son una fuente de problemas que no beneficia en nada a los propietarios de los medios. Por eso no los propician.
Hoy en día estamos inmersos en un periodismo de aparador. De formas exteriores y no de fondo. Un periodismo con muy poca profundidad. Padecemos constantemente el bombardeo de noticias y de imágenes, aunque a menudo nos faltan elementos de reflexión y de análisis.
Desapareció la Censura, con mayúscula…pero continúa existiendo una censura en minúscula. Una censura invisible, pragmática, ambiental, que se manifiesta de manera sutil y que todos nos tragamos, día sí, día no, como si fuesen caramelos de menta. Casi sin darnos cuenta. Es la censura ligada a expresiones como “políticamente correcto” o “incorrecto”, al “eso toca” o “eso no toca”, al “ya sabes donde estás trabajando” o “ya sabes quienes son los amigos del amo” o a aquello de “sabemos que hay algo (“marro”)…pero mejor no meter la nariz". Ha dado lugar a una figura muy peligrosa: La autocensura. Es la censura que hacen los mismos periodistas que, conscientes de la falta de puestos de trabajo, de la precariedad existente en el sector de la comunicación, procuran ser “cuanto menos incómodos al poder mejor”-a toda clase de poderes -, defienden las sillas en donde se sientan encarnizadamente, y miran cada vez más el no poner el dedo en demasiadas llagas para no recibir una colleja repentina. Una situación inquietante. Muy inquietante.
Hace treinta años, yo estaba en la primera línea de fuego de la información junto a unos cuantos. Juntos vivimos la historia. Estuvimos donde se hacía historia. Hoy en día todavía somos un puñado los que mantenemos la llama encendida.
Yo continúo tocando las narices al poder de turno, tanto como puedo.
Podéis leer la entrevista entera publicada en la revista Capçalera, aquí. (Está escrita en catalán, pero al final hay una versión en castellano).
Peligroso esto de la autocensura, que actualmente creo que pasa en todos los ámbitos menos en el fútbol, donde puedes decir lo que quieras sin que pase nada.
ResponderEliminarPoderoso caballero es Don dinero...
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ResponderEliminarHoy en día uno va al kiosko y por poco más de 1 euro te compras lo quieres oir, te compras el Mundo para asegurarte de que el 11M y las muertes de Manolete y bin laden tuvieron un único culpable :e.t.a., si lo que quieres oir es que Zapatero es un tipo audaz e inteligente te compras Publico y o dependiendo de ciertas licencias a la hora de otorgar canales futbloleros te compras el Pais,si quieres oir que nuestros monarcas son campechanos y currantes el ABC, si se te ha terminado el papel higiénico te compras La Razón...es que es muy suave, si quieres creer que el Madrid ha ganado la décima no lo dudes, píllate el As, viene con un poster manipulado a doble página, por el contrario si quieres creer que el futbol lo inventó el Barça y que Nietzsche todo lo que sabe lo aprendió de Guardiola, te compras el Mundo deportivo....cuenta la leyenda....osea el Marca, que Nietzsche solo fue el negro de Guardiola...negro literario....todo esto por poco más de 1 euro, si lo quieres escuchar gratis tenemos telemadrid, inventores de la mentira absoluta........si lo queremos es ver auténtico periodismo de investigación, lo tenemos fácil, poned telecinco.....viva sálvame de lux
ResponderEliminarComo estudiante de periodismo, Paco, te aseguro que en muchas aulas nos preparan para ejercer la autocensura. Nos previenen, nos advierten de los peligros de ir contracorriente. Nos lo han dejado muy claro: meter las narices donde no toca te puede costar tu puesto de trabajo. En la facultad no nos animan a buscar noticias, todo lo contrario. La mayoría de las cosas que hacemos salen de "teletipos" de agencia, nosotros solo "repicamos" lo que otros se han encargado de censurar y seleccionar como "correcto". Como estudiante ha sido una gran decepción encontrarme con este panorama. Porque como dices, he crecido con el Watergate, territorio comanche de Reverte y un montón de personajes que desafian la censura. Ahora me doy cuenta de eso ha muerto... y es tremendamente triste. Me apena ahora, que aún no soy periodista y no me imagino como voy a afrontar esta limitación cuando esté incrustado en algun medio y sienta la necesidad de contar algo "politicamente incorrecto". Será muy duro.
ResponderEliminarVaya, acabo de escribir un comentario la mar de bonito y claro, sin autocensura, animándote a continuar "tocando las narices al poder de turno", Paco, pero blogger me ha "censurado" diciendo "lo sentimos, no hemos podido llevar a acabo su petición"... simbólico eh?
ResponderEliminarAhora ya no tengo ganas de repetir, por lo visto los robots obedecen a sus creadores...
pero repito una frase; se vendieron, los mismos que escribían contra el poder y el capitalismo denunciando también la censura se autocensuraron y pusieron alfombras a los capitalistas, escudándose en la falsa democracia falso socialismo y frases como "Todo para el pueblo, se acabaron los capitalistas"...invitando así a la sociedad a hipotecar sus vidas... la gran mentira que ahora sufrimos, quizá por eso la sociedad no reacciona, porque sabe que ha colaborado en esta gran mentira...
No sigo porque igual vuelven a censurarme...
Pero adelante con tu segundo libro Paco, sigue tocando las narices por favor, eso nos da fuerza e ilusión para seguir pensando que algún día, esperemos que pronto, vivamos en una sociedad más sana, y las mentiras pertenezcan al pasado y a un grupo de maníacos locos de avaricia.
La teva traducció, Paco, és molt bona i el comentari del jove estudiant de periodisme, Adrià Padilla, és molt il·lustratiu. Sembla mentida que els seus professors, que alguns van formar-se en aquella escola de periodisme compromès, avui hagin llençat la tovallola, siguin incapaços de denunciar la situació actual i formin els seus alumnes amb els paràmetres de la trivialitat i de la superficialitat. Caldrà una revolució autèntica en aquest món on s'ha perdut la capacitat d'anàlisi i de servei públic. Els joves estudiants de periodisme volen un altre tipus d'exercici professional: en l'acte a la Facultat de Comunicació de la Universitat Ramon Llull els estudiants, mentre parlava en Xavier Vinader, prestaven una atenció que es palpava i es respirava i les seves intervencions eren valentes, agosarades, i molt interessants. No tot està perdut i els joves volen una altra cosa i els grans els tallem les ales. És el pitjor que podem fer: decebre les noves generacions. Entenc la decepció de l'Adrià.
ResponderEliminarJaume Busqué i Barceló
Acabo de leer el comentario de Adrià Padilla y no puedo evitar decir que uno de esos profesores de periodismo de investigación en la UAB, director de Interviú en tiempos de Vinader, fue uno de los que luchaban tanto contra el poder la censura... y se convirtió al capitalismo defendiendo a los capitalistas y animando a los alumnos a lo "políticamente correcto" como que bien comenta Adrià... A mí también me manipuló y censuró, como compañera de trabajo, no como alumna... él y otros...
ResponderEliminarSi empezáramos a dar nombres de profesores y antiguos periodistas manipuladores... ¿sería ético? Gran dilema...
Al fin creo que esto va con la personalidad y espíritu de la persona, el que busca y necesita la verdad porque sabe que la mentira hace daño, la seguirá buscando y denunciando, unos se cansan y se abandonan o se venden, como ocurrió en los 80, otros siguen arriesgando... Uf.. vaya tema... Y perdón por la intrusión.
Precisament soc de la opinions del Respecto que se te que tindria que tenir a persones que como XAVIER VINADER varen pati en sos pròpies carns el infern de topar sempre con paredes de acero però implacable atravesso tudo este entremato y a pesar de que lo atacaran por Todos los frenes la verda vio la lux y con el seguim os un grupet de aprenes del seu Periodisme de INVESTIGACIO I ESTOI SEGURO QUE ACEMOS MAS TRABAJO Y SABEMOS MAS QUE LA PROPIA JUSTICIA UN ABRAZO..
ResponderEliminarVinader, junto a tantos otros, tuvo la fortuna de vivir una época romántica del periodismo, una especie de anomalía histórica en la profesión, coincidente con las ideas del amor libre (en cada pais a su ritmo). Después, todo volvió a su cauce. O sea, a la postura del misionero (en el mejor de los casos). Cambio16 devino en amarillismo con florecitas y corazones, aunque parece ser que los estudiantes de periodismo y los periodistas no se enteraron, porque siguen teniendo, inexplicablemente, una idea romántica de la profesión, para fortuna de los editores, que buscan mano de obra adocenada y barata. Hoy, salvo honrosas excepciones, el periodismo es una profesión tan devaluada que los periodistas acuden a ruedas de prensa que no permiten preguntas, tienen casi como únicas fuentes Google y la Wikipedia y entienden por Periodismo de Investigación grabar a un infeliz con el móvil. Por supuesto, todo ello fomentado y respaldado por los grupos editoriales que les contratan.
ResponderEliminarLeo las palabras de Javier y miro al mismo tiempo el calendario. Veo que estamos en 2011 y me parece revivir viejas consignas de finales de los 60, 70. Me sorprendo y recuerdo el porqué de una profesión que hoy en día parece simplemente un destino laboral con falta de vocación total por quien olvida fácilmente que el periodismo simplemente está para contar aquello que sucede.
ResponderEliminarCreo que la televisión, he hecho un flaco favor a la profesión. Desgraciadamente ha sido superada por la incredulidad del que mira y ve aquello que le dan como verdad absoluta olvidando que todo es esta vida es relativo. Incluidas mis palabras, por supuesto.
Hoy en día, con todos los medios al alcance de uno, me parece vergonzoso para la profesión lo que sucede en algunas aulas y muy preocupante esas frases que dice Javier para definir la autocensura que no deja de ser un miedo real a la situación de uno, ante su bien más preciado de estos momentos que es el trabajo.
La autocensura es pisotearte públicamente tu propia dignidad.
Quizás los “viejos” románticos, tienden a contar sus batallitas rememorando sueños por cumplir o etapas donde ejercer de periodista en tu país era tan complejo como cubrir un conflicto armado en tierras extrañas. Hoy, la credibilidad de muchos de la profesión, simplemente vale lo que cuesta un plato de lentejas. A veces, ni eso.
Un abrazo
Yo añadiría otro elemento a todo lo que se está diciendo: la publicidad. El anunciante -y más como están las cosas- es intocable. Sin duda hay otras muchas cortapisas para un periodismo de calidad, pero esta no es menos preocupante. Y en las redacciones se habla de ello sin el más mínimo pudor... "Contra este nada, que es anunciante".
ResponderEliminarSin hablar de los viajes pagados por una empresa en los que el periodista va a algún lado para luego decir sólo cosas bonitas. Uno o dos billetes de avión (incluso en primera clase) y alguna noche de hotel es mucho más barato que una página de 'publi'... Hoy en muchos casos la premisa para que los responsables de una publicación acepten un reportaje que supone un viaje es que sea a coste cero. Es decir, ni dietas paga la revista. Sólo el trabajo del redactor y fotógrafo. El resultado se parece al periodismo, pero no lo es.
Muy interesante la entrevista, pero tengo que decir que los comentarios aquí escritos son igualmente del mismo calibre.
ResponderEliminarBien por dejar espacio para el debate publicándolo en el blog. No aporto mucha más opinión, más que si, debemos dar nombres y apellidos.
Una máxima que quiero llevar a cabo es poner nombres y apellidos a las víctimas de aquello que quiera denunciar. Pongamos también nombres ya apellidos a sus verdugos.
un saludo.
Sí, es un panorama desolador, Guille lo ha explicado muy bien.
ResponderEliminarLo que explicas Adrià si que es muy duro. Pero yo haría un símil con la novela Farenheit 451, la temperatura a la que arden los libros, en una sociedad futura en que los bomberos son los encarcagados de requisar los libros y quemarlos. Pero un grupo se ha aprendido de memoria, cada uno una novela, que van transmitiendo oralmente a las nuevas generaciones. El mensaje final es que mientras haya jóvenes interesados en mantener ese espíritu, los libros no morirán nunca. Y mientras quede gente como tú siempre habrá esperanzas. O jóvenes como de los que hablaré en el post de mañana.
En certa manera hem decebut a les joves generacions, Jaume, però hem de lluitar i fer tot els possible per arreglar-ho.
Eva, sabes que te quiero mucho pero en este caso no puedo estar de acuerdo contigo. Puede ser que tuvieras tus más y tus menos con ese director de Interviú. A todos nos ha pasado, pero no podemos generalizar nuestro caso concreto. La persona a la que te refieres, que por cierto ya murió, fue uno de los artífices de que Interviú llegara a ser lo que fue en su momento. Y en vez de defender encarnizadamente la privilegiada silla en donde se sentaba, como explica Vinader, se fue sin pedir nada a cambio y vivió la última parte de su vida como profesor asociado y realizando modestas colaboraciones. Se le hizo un acto multitudinario en la Universidad a la que acudieron centenares de alumnos que expresaron de forma pública y emotiva su condolencia y el gran aprecio que le tenían como docente.
Gracias por tus comentarios, Valentí. Un abrazo.
El panorama es muy negro, Zulde, y lo describes a la perfección.
Un análisis triste, aunque muy certero, Jan.
Un abrazo.
La publicidad es lo que sostiene la prensa, Daniel. Si esta se hunde, las publicaciones también, desgraciadamente.
En todos los foros, Borja, hay comentarios que, como en el caso de este blog, aportan mucho al conjunto.
Ahora he visto tu comentario, Paco, que por cierto sale repetido cuatro veces, dicen que blogger no va muy bien hace días. Y he vuelto a escribir un comentario que otra vez me ha borrado. Da pereza repetir, pero me siento obligada por respeto, no por defensa, no lo dudes.
ResponderEliminarAnte todo decirte que también tenía mucho cariño a la persona que me refería y sabía que supondrías facilmente. Lloré mucho cuando supe que había muerto, hacía meses que no nos veíamos ni hablábamos, pero seguí de cerca su enfermedad por el cariño que le tenía. No olvidé nunca su ayuda en tiempos difíciles, aunque tampoco los graves errores, y él tampoco, lo discutimos casi hasta el final.
Mi expresión "se convirtió al capitalismo" no ha sido acertada, me refería más a la mentalidad o forma de actuar que a lo que representa la palabra. Fue él precisamente quien pasó de decirme "Lo que quiero es la verdad", -sabiendo él que siempre me mojaba y arriesgaba a decir cosas que otros no se atrevían o veían- por "Lo que quiero es vender", igual que otros directivos o profesionales. Y eso mismo dijo él; "Me obligan, vivimos en tiempos de amarillismo y oportunismo". Literalmente.
El poder cambió, el periodismo cambió y la sociedad cambió. Ahí es cuando cada persona o profesional puede escribir o explicar su versión visión y experiencias. Seguro que coincidiríamos en muchos puntos, pero no en todos, ni en la forma de ver a las personas, compañeros o no.
Y sin duda quien bien puede hablar de estos tiempos y estos cambios es Xavier Vinader a quien sigo admirando y respetando.
Igual que a ti, Paco, estuviéramos de acuerdo o no, podríamos hablar y escribir largo y tendido.
Un abrazo*
Aclarado tu punto de vista, de acuerdo contigo Eva.La persona de la que hablamos era muy especial y me alegro de que me lo confirmes, aparte de sus partes oscuras que todos tenemos.
ResponderEliminarGracias por tu aviso sobre la repetición de comentarios. Sí, Blogger funciona muy mal estos últimos días. Lo he padecido en mi propia sangre.
Un abrazo