Estoy a punto de salir de casa para ir a dar clase cuando veo la luz. Por un momento dudo, pero desde que fotografío la serie desde mi ventana estoy muy mentalizado para no dejar escapar ni una sola oportunidad. Retrocedo, tomo la cámara y hago la foto. En la imagen ya aparecen las casetas de venta de juguetes y regalos navideños.
Cuando salgo a la calle la luz ya ha desaparecido. Pero esa es la magia de la fotografía, la capacidad de conservar para siempre el encanto y la belleza de un momento efímero.
Cuando salgo a la calle la luz ya ha desaparecido. Pero esa es la magia de la fotografía, la capacidad de conservar para siempre el encanto y la belleza de un momento efímero.
...es aquella obviedad del sitio adecuado en el momento exacto...
ResponderEliminaryo tambien percibi esta luz desde mi casa, salì a la calle...pero no habia foto...
la tuya es preciosa.
El equilibrio que dan los claros en días nublados es impagable, pero lo mejor es que es gratis. Lo menos que se debe hacer es aprovechar el instante con una fotografía de buen gusto, como ésta.
ResponderEliminarBuen fin de semana, Paco.
Ese instante de luz dura lo que un disparo.
ResponderEliminarHace un momento, desde mi ventana, brillaba el mar, porque hoy "tenemos" sol, pero ya solo queda ese recuerdo
Maribel
Colita, siempre nos damos cuenta de luces como esta, la diferencia es que yo tengo un lugar privilegiado para plasmarlo en una foto. Si en ese momento estoy en casa, claro.
ResponderEliminarGracias Andrés. Buen fin de semana para ti también.
Esa es la magia de la fotografía Maribel. El instante puede durar lo que un disparo, pero el disparo lo congela eternamente.