lunes, 3 de mayo de 2010

A LAS PUERTAS DE LA MUERTE Y LA IGLESIA DE AUVERS DE VAN GOGH.TERCERA PARTE.


(Continuación de la segunda parte)

HUELVA, LA CIUDAD MÁS CONTAMINADA DE ESPAÑA


A partir de ese momento, siempre me preguntaba cuándo y cómo sucedería. A bordo de los numerosos aviones que tomaba, pensaba al embarcarme si sería este el que finalmente nunca aterrizaría en el aeropuerto de destino. O conduciendo los vehículos de alquiler, me decía si iba a ser este mi último trayecto. Tan claro lo veía que estudié seriamente la posibilidad de contratar un seguro de vida millonario durante un año, para que por lo menos mi muerte beneficiara a alguien.

Los meses fueron transcurriendo, y las pinturas de Van Gogh sucediéndose en el calendario. A principios de noviembre, junto a Albert Cañagueral, me desplacé hasta Huelva para fotografiar dos reportajes, uno sobre el pueblo de Jabugo —muy apropiado para publicarlo en época navideña había dicho Pep Puig, el redactor jefe — y para aprovechar el viaje, otro sobre la polución en Huelva. Ciudad de la que se decía que era la más contaminada de toda España.



Los días eran limpios y luminosos. La bella luz del atardecer invernal acentuaba aún más el rojo incandescente de las hojas de los árboles de la Sierra de Aracena. Cerca de Jabugo, tocando a Extremadura, las piaras de cerdos de pata negra buscaban las bellotas caídas en la dehesa. Allí fue donde noté que la rutinaria operación de afeitarme por las mañanas, se me complicaba por los pequeños cortes producidos y que no paraban de sangrar. Más molesto por la pérdida de tiempo que me ocasionaba que por otra razón, compré en la pequeña farmacia del pueblo una barra de alumbre marca El Pingüino para facilitar la cicatrización.
Finalizado el reportaje sobre Jabugo, conduje-Albert nunca ha tenido carnet de conducir- carretera abajo, por las inacabables y cerradas curvas de la estrecha vía, hasta el hotel Luz de Huelva. Una vez allí, la memoria, como si de una máquina del tiempo se tratara, me transportó al mismo lugar, pero diez años antes en que fotografié un reportaje similar en compañía del gallego Perfecto Conde para la revista Interviú.
Perfecto me sugirió que me colocara sobre una roca gris, situada a la izquierda de un torrente contaminante para obtener una mejor instantánea. El falso peñasco cedió bajo mi peso y me hundí hasta los muslos en un fango químico. Conde me hizo quitar zapatos, calcetines y pantalones, y me ayudó a limpiarme a conciencia con el agua de la solitaria playa vecina.





Volé a Barcelona desde Sevilla con el tiempo justo para revelar y editar las fotos de los dos reportajes, deshacer la maleta y preparar otra nueva con ropa de más abrigo, para unirme al rally de coches antiguos Barcelona-Ponferrada que organizaba Luis del Olmo.

(Continuación)

10 comentarios:

  1. Protesto! Esto ya parece una telenovela! ¡Queremos saber el final! O por lo menos que pase algo "gordo".

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  2. Ya había leído de tu visita a mi Huelva por el encierro de mineros en Cala, pero no sobre estas dos temáticas tan diferentes.

    De pequeño recibía clases de vela en la escuela náutica de la Punta del Sebo, y cuando nos metíamos en el agua para subir a las pequeñas embarcaciones los monitores nos prohibían terminantemente adentrarnos en la ría más allá de cubrirnos los muslos, para salvaguardar los genitales a las decenas de chavales que nos reuníamos allí cada verano. Aunque de eso hace unos veinte años (poco más, quizás) y la cosa ha mejorado, sigue habiendo fábricas que vierten al año varias toneladas de ácido sulfúrico a la desembocadura del Río Odiel, abrazado casi al Tinto y al Atlántico, porque les sale más rentable la multa que el tratamiento residual.

    Es la ciudad con los índices más altos de incidencia en varios tipos de cáncer (vegiga, uretra, colon...) de toda la península, seguido muy de cerca por Cádiz.

    Está bien que escribas sobre esto, aunque de pasada. Un blog con tal difusión hace llegar a muchos rincones lo que pasa, y lo que respiramos por aquí.

    Sin duda es éste el problema más grave de Huelva, y no hay político provincial, regional y nacional que no lo conozca Y que no lo ignore.

    El jamón te gustaría ¿no?

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  3. "Sin duda es éste el problema más grave de Huelva, y no hay político provincial, regional y nacional que no lo conozca Y que no lo ignore."

    Yo no lo sabía. Es tremendo hasta que punto la información que recibimos está manipulada y nos hablan de tonterías cuando las cosas importantes se silencian.

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  4. Manuel, en Huelva hay una superficie de fosfoyesos (materiales radiactivos y fuertemente contaminantes) a 500 metros de la ciudad y con una extensión similar a la propia capital. La CIA envió hace unos años a unos emisarios para que investigaran qué era esa mancha blanca que había al suroeste de España y si suponía algún riesgo para la seguridad mundial. Los últimos informes del CSIF son alarmantes, pero como la industria da trabajo en una ciudad carente de diversidad de recursos económicos, todo se torna al oscurantismo y la ignorancia. Aquí se habla de los astilleros, de los daños del temporal en la costa, de las carreteras... pero no de salud.

    Así nos luce el pelo.

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  5. Impresiona el paisaje de la sierra de Aracena. Por algo son tan exquisitos los jamones. Me imagino a mi paisano y colega Perfecto Conde en la situación que describes.

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  6. ¿Y de donde han salido los fosfoyesos ? Quiero decir, ¿son de origen natural? (Perdona Paco por salirnos del tema)

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  7. No Manuel. Son residuos de la actividad de dos fábricas de Fertiberia durante muchos años. La cosa fue agrandándose vertiginosamente hasta constituir una balsa de 1.200 hectáreas de terreno con una altura de veintiún metros, más otros cuantos que yacen en el subsuelo. El informe del CSIF es más que preocupante. Ahora no saben qué hacer con él.

    Curiosa es su ubicación: está justo encima del cruce de ríos Tinto y Odiel, justo antes de morir en el Océano, en un lugar que debería ser privilegiado para el ciudadano. Frente a la balsa, cruzando el Tinto está el puerto desde donde se supone partió Colón para descubrir América, a la espalda la ciudad de Huelva, y un poquito más abajo (unos 200 metros) la Punta del Sebo, lugar donde se meclan las aguas formando la Marisma del Odiel (Paraje Natural protegido por su valor ambiental).

    Uno que es de aqui, y quiere lo de aquí, no deja de asombrarse cómo se permiten esas cosas y se impide hacer una carretera entre Huelva y Cádiz, los dos únicos municipios vecinos de toda Europa que no están unidos por carretera.

    En fin, un montón de cosas que creo que tampoco es que vengan muy al tema, que hace que me arda la sangre, como onubense que soy (bueno, de pueblo onubense).

    Lo de la manipulación de la información es más que evidente en estos temas.

    Perdona Paco por el rollo que te he dejado aquí.

    Un saludo.

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  8. Jordi, parece mentira. Un astrofísico como tu que supuestamente tiene una paciencia colosal para pasarse mirando estrellas toda la noche...

    Andrés (Ercanito), ya la primera vez que fui a Huelva a hacer el reportaje quedé alucinado de lo que pasaba y de lo poco que se conocía en el resto de España. Luego volví al cabo de 10 años y todo seguía igual.
    Bueno, lo del jamón no hay palabras.

    Manuel, aunque a Perfecto lo he vuelto a ver varias veces desde entonces, siempre en Santiago, ahora ya hace tiempo que no sé nada de él.

    Y Frikosal y Ercanito, no os habéis salido del tema; aunque sea tangencial dentro de la historia principal es de una entidad propia grandísima.Creo que lo ampliaré en un post más adelante.

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  9. Luego la gente se sorprende de noticias como la que están dando estos días en relación al enorme número de casos de cáncer entre los habitantes del Peñón de Gibraltar.

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  10. El puerto desde donde salió Colón ni es supuesto, ni es anónimo, partió del puerto de Palos de la Frontera. Saludos.

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