lunes, 18 de mayo de 2009

FOTOGRAFIANDO CON LEICA, UNA HISTORIA DE AMOR

LEICA M2 35 mm F:1,4 SUMMILUX

A principios de los años 70 me compré una Leica M4 y dos ópticas, un 35 mm f: 2 Summicrom y un 90 mm f: 2,8 Elmarit. Con ella fotografié algunas de las revueltas estudiantiles en la última etapa del franquismo, como una nocturna en Travesera de Gracia que terminó con el lanzamiento de cócteles molotov. Al acabar me topé con un coche policial del 091 y un par de agentes me persiguieron a la carrera por las estrechas calles de Gracia. Oí un par de disparos, pero no me giré para comprobar si eran al aire o al cuerpo. En aquella época jugaba de extremo derecha en el equipo de fútbol de la Escuela de Periodismo y era muy, pero que muy, rápido. No me cogieron.



En el verano de 1973 también me la llevé a Derry, en mi primer viaje al Ulster. Tenía también una Nikkormat, un 35 mm Nikkor f: 2 y un 135 mm f: 2,8 Nikkor. Debía ampliar el equipo (en aquella época con un cuerpo se disparaba blanco y negro y con el otro color) y no podía mantener, y ampliar, a la vez los dos sistemas, así que le vendí el equipo Leica a un amigo estudiante de arquitectura, Miquel Corominas, por 25.000 pesetas. Siempre me arrepentí.



Con el dinero de la venta me compré una Nikon F y con los dos cuerpos fotografié la revolución portuguesa, en color y blanco y negro.
Con el tiempo fui ampliando mi equipo Nikon pero seguí echando de menos la belleza de la Leica, su tacto y el sonido casi imperceptible que hacía al disparar. Era como si hubiera perdido un amor y nunca hubiera podido olvidarlo.
Pasaron unos cuantos años y, al fin, me compré, de segunda mano, una Leica M2 equipada con un 35 mm Summilux f: 1,4. No hice muchas fotos, no es fácil trabajar con Leica, pero era maravilloso volver a sentir su tacto entre mis manos. Nunca más volvería a desprenderme de ella.


Con la Leica M2 fotografié el encierro en la mina de Cala, a 1/8 de segundo y a plena apertura.



También retraté con ella, 1/15 f: 2 y Tri X forzado a 6.400 ASA, a la mujer que rebuscaba en las papeleras de la Rambla de Barcelona la madrugada de la noche de Navidad.


Fotografié con ella, en Madrid, la votación en las elecciones generales de 1982 al lado de José Azel y Jean Gaumy de Magnum. Todos utilizábamos réflex pero, además, llevábamos nuestras preciosas Leicas. “Trabajar con Leica es como pescar con mosca” comentó Jean Gaumy que es un fanático de la pesca. Yo no entiendo nada de pesca, pero pensé que debía ser el no va más.




Cada vez que la utilizo pienso que es la cámara que utilizaron también Capa, Cartier-Bresson, William Klein o Robert Frank, y, más cercanos, Xavier Miserachs y Joan Colom.
Lo confieso, Leica es una mujer (lo dice su nombre) y la mayoría de fotógrafos estamos locamente enamorados de ella. Si no, que se lo pregunten a
Larry Towell que hasta compuso una canción para ella. Toda una declaración de amor, ¿no?


13 comentarios:

  1. You're still fast, Paco! Loved the story.

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  2. Jordi18/5/09

    Sí, la telemètrica Leica és molt mona, senzilla, prou robusta (i bona); jo encara conservo la meva M6 en un calaix (en companyia del 35 i el 50, tots dos de fabricació alemana de la mateixa casa) i no sé què fer-ne, si vendre-la o deixar que vagi alimentant la nostàlgia cada vegada que la descobreixo al fons del calaix amb aquestes lents precioses. És una mala època per la fotografia clàssica, mala època per vendre una càmera així, mala època per a la nostàlgia.

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  3. Anónimo18/5/09

    Hola Paco,jo guardo tot el meu equip Leica tan de las M com de las R,mel baig fer balorar i ostia,2000 euros un equip que en pesetes balia,700.000 pesetes,baig fer part de les Olimpiades,Paralimpics,i encara les faig servir,cuan els colegues emb beuen,PERICO emb diuen aon bas amb aquestes carroses,i jo mels miro i penso ja magradaria beure que feu am les mebes carroses.jejeje.Salut.leica r4-r5-r8-m3-m4-m6- 50-24-35-21-90-,en les dos estils.pere moscoso c.

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  4. Hola Paco,
    Interessantíssima l'entrada... Estic amb en Jordi que és mala època per a la nostàlgia, així que no deso la M6 al calaix ni de broma... Potser serà nedar contra corrent, però m'ho estic passant teta amb ella.
    Salut!

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  5. Paco!
    Despues de un año justo de usar intensamente la M8, he vuelto con mis M6 y MP. Realmente no es lo mismo, no. Sobre todo el maldito encuadre de la M8! Sobra por todos los lados y no hay forma de componer, sobre todo cuando trabajas rapido en la calle, desde un poco cerca, hasta tal punto que terminaba haciendo casi todas las fotos con un 15 mm. y el visor (externo) de 21mm. de Leica.
    Con la vieja M6 es otra cosa, sin duda, es otra cosa y mucho mejor.

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  6. Hola, Paco.
    Tu trabajo de aquellos años sigue estando muy vigente, es lo que tiene ser un precursor, además de buen fotógrafo!
    Sí que empieza a dar nostalgia hablar de nuestras Leicas... Yo compré mi primera M6 en Nueva York (el precio era la mitad que en España) hace ya 15 años (como pasa el tiempo!), y sigue acompañándome en mis viajes, a pesar de que poco a poco va quedando relegada por razones puramente prácticas a algunas ocasiones en que es casi imprescindible... Lo que sí echo de menos a diario son las maravillosas ópticas, especialmente mi Noctilux, que pese a lo voluminoso para mí es una verdadera delicia. Pero en las fotos del día a día, hay que reconocerlo, el digital ha ganado la batalla.
    Y las R... tengo un equipo Leica R maravilloso que cada vez utilizo menos, con dos cuerpos R6.2 y varias ópticas. Una de ellas, muy gastadita y casi sin pintura, guarda en su memoria varias fotos de "Trabajadores" y prácticamente todo "Éxodos"... Pero eso es otra historia. La R6.2 es una réflex mecánica maravillosa con un funcionamiento exquisito y un tacto fantástico. La lástima es que antes te hacías con un buen equipo y sabías que te iba a durar toda la vida si no ocurría una desgracia. De ahí, pienso yo, esa ligazón emocional con ciertas cámaras; hoy por hoy cuando compras una cámara sabes que poco tiempo después va a quedar desfasada porque incluso la misma marca va a lanzar un nuevo modelo muy mejorado. Es una faena. Eso sí, las Leicas, venderlas ni de broma. Esas cámaras son parte del equipaje emocional de uno y no tienen precio, habría que estar muy apurado para pensarlo. Espero que eso no suceda.
    Un abrazo muy fuerte y un saludo a todos.

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  7. Thanks Charlie, I guess it's a pretty good shape for an old man like me.
    Jordi, Pere e Isidre, jo crec que un es pot despendre de totes les càmeres actuals, però mai d’una Leica analògica, sempre es pot fer servir per fer fotos i endur-te-la a passejades com les del meu últim post.
    Alfonso, me ha escrito mucha gente de Lightstalkers comentado lo mismo acerca del visor.
    Juan Pablo, eres un pozo de sorpresas: ¡tener la cámara de Sebastiao Salgado ni más ni menos!Eso es toda una historia y no las batallitas de mi blog.
    Y tienes razón, de todas las cámaras que me vendí, fue la Leica M4 la que no pude olvidar nunca y siempre me arrepentí.Y conservo la Nikon F que me acompañó en mis primeros viajes a Portugal y a Irlanda del Norte.

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  8. Manolo Laguillo20/5/09

    Sí, las Leicas... Yo tuve dos, una IIIc, con ópticas a rosca, y una M2, esta con el 35 mm Summicron, que era fantástico. Lo mejor para mi era la sensación de inmediatez, de cercanía, que es algo que da el visor óptico. En formato medio hice muchos trabajos con la Fuji 6x9, que aunque no tiene la suavidad de las Leicas, tampoco estaba nada mal. Para curarme de nostalgias ahora trabajo con la Leica D-Lux 4. Me hice con el visor externo y la empuñadura, porque así el 'feeling' es muy parecido al de las mecánicas.
    Y hablando de no vender el equipo, aunque se haya quedado anticuado: lo mismo siento yo en relación con mis cámaras de gran formato, de las que no me desprenderé jamás.

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  9. Paco, tu blog es una fuente de placer y de conocimiento, lo de la cámara de Sebastiao sí que es una batallita... y tengo que agradecérselo a los Gorilas... El visor óptico es fantástico, pero también un arma de doble filo, porque la perspectiva no se advierte y la profundidad de campo tampoco... Hay que hacerse a él, a mí me llevó años. Ahora lo echo de menos. Especialmente ese margencito en el que estás viendo lo que va a pasar inmediatamente antes de que suceda dentro del encuadre... Abrazos.

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  10. Manolo, yo creo que con las cámaras de antes se creaba un vínculo mucho más estrecho con el fotógrafo porque duraban mucho más. Y además te acuerdas de todas las fotos –porque están ahí-que has hecho con ellas. Las digitales te duran mucho menos, es difícil mantener una relación afectiva hacia ellas.
    Un abrazo

    Y de acuerdo contigo Juan Pablo. El visor óptico fantástico para preveer lo que entrará o saldrá del cuadro. Pero no se nota ni la perspectiva ni la profundidad (todo está siempre nítido).
    Abrazos

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  11. pedro cruz17/6/09

    Felicidades por tu blog.
    Te invito a visitar el mio en .... http://cruz-pedro.blogspot.com

    gracias

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  12. Gracias Pedro.Tienes un curriculum extraordinario y unas fotos estupendas de dos países tan bonitos como Euskadi y Venezuela.

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  13. Anxo Franco5/10/09

    Sí, es cierto, hasta el ego sale perfectamente retratado en el blog de Pedro Cruz

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