Hacía tiempo que no veía a Charlie Mahoney , un norteamericano que vive en Barcelona, y le invité a comer a mi casa. Como en uno de los comentarios en mi blog había escrito que le gustaba la dorada, preparé dorada al horno. Tuve a Charlie como alumno en el curso de postgrado de Fotoperiodismo de la UAB en Bellaterra. Me sorprendió, aparte de su calidad fotográfica, su capacidad de moverse y buscar contactos y trabajos por todo el mundo.
Un ejemplo de ello: Charlie fotografió emigrantes subsaharianos en Barcelona. Intentó colocarlo en Magazine de Vanguardia pero fracasó. (Ni el Magazine ni su editor gráfico Pepe Baeza pueden en sus 52 números anuales absorber los miles de reportajes que les presentan al año). Lejos de desanimarse y decir que todo está fatal (ver el artículo de Tino Soriano), se movió por Internet y consiguió venderlo a la web de BBC news. También recibió el segundo premio de la Competición Prix de la Photografie celebrado en París y el primer premio de la Competición S.O.S. Racismo en Barcelona. Out of Focus Magazine en Suecia también se lo publicó.
Otro ejemplo: Charlie Mahoney es , como su apellido indica, de origen irlandés. Viajó a County Cork, en Irlanda, para fotografiar a sus parientes que no emigraron. Su historia se publicó en el Lonely Planet Magazine de España y en National Geographic Traveler; además, esta historia ganó el premio al Fotógrafo de Viajes del Año 2008 en la categoría Life, celebrado en Londres. El premio consistía en la posibilidad de hacer un viaje, todo pagado a Cuba. Antes, en 2007, Mahoney tambien había ganado el premio al Fotógrafo de Viajes del Año 2008 en la categoría Nuevo Talento. El premio era una beca para hacer un reportaje sobre un tema medioambiental . Charlie eligió las islas Maldivas, amenazadas por el cambio climático y la subida del nivel del agua. Mientras estaba allí, como había avisado a todo el mundo, recibió un encargo de Time Magazine (La edición asiática).
A diferencia del título de la película de James Bond, a Charlie le basta con el mundo entero como mercado para sus producciones fotográficas.
Pero volvamos a la receta…
DORADA AL HORNO PARA DOS PERSONAS.
2 Doradas, de unos 250 gr cada una, preparadas para hacer al horno.
Un par de patatas.
1 cebolla grande.
Aceite de oliva.
Medio vaso de vino blanco.
Una cucharada sopera de perejil picado.
Una cucharada sopera de ajo picado.
Freimos las patatas cortadas a rodajas; cuando están a medias añadimos las cebollas cortadas en juliana. Cuando estén hechas colocamos las patatas y las cebollas en el fondo de una fuente y salpimentamos. Salpimentamos las doradas e introducimos un par de hojas de laurel en cada una de ellas. Rociamos con un poco del aceite de freir las patatas y añadimos el medio vaso de vino blanco. Introducimos la fuente en el horno, precalentado a 210º, y lo dejamos durante 30 minutos. De vez en cuando rociamos las doradas con el jugo que hay en la fuente. Cuando falten 5 minutos espolvoreamos con la picada de ajo y perejil.
Yo prefiero servir en el plato las patatas y la cebolla, limpiar la dorada y colocar los sabrosos trozos blancos encima. Las patatas han absorbido todos los jugos y están de muerte.
¡Buen provecho Charlie!