martes, 25 de octubre de 2011
El árbol de Fiona (Fiona’s tree)
El pasado viernes 21 de octubre me desplacé al Masnou para participar en una mesa redonda dentro del marco de las III Jornades Fotogràfiques, organizada por los amigos de la FEM (Associació Fotogràfica El Masnou), sobre la mirada fotográfica. Pensé que antes sería un buen momento para acercarme a Teià a ver el árbol que los amigos de Fiona plantaron en su recuerdo. Fiona fue una chica excepcional, que dejó huella en todos los que la conocieron, y que falleció el verano pasado a la edad de 24 años. Nos dejó un legado maravilloso en forma de fotos y texto bautizado como “Mi diario fotográfico en el hospital” que se ha convertido en una de las entradas más leídas del blog.
Marie-Pierre, la madre de Fiona, había tenido la misma idea y me invitó a comer a su casa junto a Etienne, el hermano de Fiona. Después de comer Marie-Pierre me acompañó hasta el lugar en donde se encuentra el olivo de Fiona.
Abandonamos la carretera asfaltada, al final del pueblo, y tomamos una pista de tierra que subía y subía colina arriba. La vista era excepcional y los pueblos del Maresme, bañados por el mar, se veían minúsculos desde las alturas. Llegamos hasta un mirador, aparcamos el vehículo y caminamos cuesta abajo hasta el lugar en que se encuentra el árbol de Fiona. El día era gris y ventoso y pensé en volver otro día para fotografiar el árbol con una bonita luz. Habían nacido ya las primeras olivas y en el árbol estaba colgado un retrato de Fiona, el pañuelo que envolvía una porción de sus cenizas plantadas allí, y una pequeña zapatilla de baile rosa, de porcelana, recuerdo de una amiga que compartió clases de baile con ella.
De pronto, el sol se abrió camino entre las nubes y bañó en su luz el árbol y sus alrededores.
¡Gracias Fiona!
Bufffffffffff...madre mía...gracias Paco.
ResponderEliminarQue rincón más especial para esperar la eternidad.
ResponderEliminarUn abrazo
Buffff, tengo la piel de gallina.
ResponderEliminarMaravilloso.
Un beso,
Mónica.
Lo más impresionante es el infinito que se puede divisar desde ese punto, donde está plantado el arbol, . Muy emotivo
ResponderEliminarMaribel.
Gracias a vosotros amigos, fue realmente muy emotivo.
ResponderEliminarTambién a mi se me puso la piel de gallina, Mónica.
Fiona, flor de nuestra vida.
ResponderEliminarBrian
I'm so sorry, Brian.
ResponderEliminarse me puso la piel de gallina con el relato de Fiona, pertenezco a la Fem y te doy las gracias por ese recuerdo ha Fiona
ResponderEliminarFiona, seguirá por siempre en nuestro corazón, gracias por compartir ésto con nosotros Paco.
ResponderEliminarSaludos desde el otro lado del Atlántico.
Cynthia
Fins on ens portarà.... Gràcies Paco
ResponderEliminarMarie-Pierre