FOTO: AGUSTÍ CARBONELL
Hace unos meses volví a casa por la noche y encontré un sobre de gran tamaño en el buzón. En el sobre estaba escrito “Al fin aparecieron estas copias, pero los negativos todavía no. Lo siento. Una abraçada” y firmaba Agustí.
Cuando escribo un artículo en el blog, sobre todo si es de los largos, lo suelo planificar y buscar las mejores fotos. Os explicaba en “A las puertas de la muerte y la iglesia de Auvers de Van Gogh” toda una cadena de sucesos extraños que acabaron con mi operación en el hospital de la Esperanza de Barcelona. Recordaba que las mejores fotos me las había hecho mi amigo Agustí Carbonell, uno de los primeros en visitarme tras la operación y provisto de una cámara. Al fin y al cabo, estamos hablando de 1990 y poca gente llevaba una cámara encima. No como ahora. Pero Carbonell no las encontró, y tuve que recurrir a otro amigo, Antonio Espejo, que también me había fotografiado, aunque unos días más tarde. La de Agustí era la foto colgada encima de la cama y que os intrigó a más de uno.
Las fotos me trajeron muchos recuerdos de hace 20 años, por estas mismas fechas. Y ha sido la única vez en que me dejé barba, aunque durante una cierta época me dejé crecer el bigote. Como no os las pude mostrar en aquella ocasión, os las muestro ahora.
Buen blanco y negro que ha servido para retomar la intrigante historia. Lo que no deja de asombrarme es cómo se sale tantas veces del hospital sin tener la certeza del origen de un mal (bueno, supongo que la cuestión es que se salga bien y no de aquella manera).
ResponderEliminarNo creo que haya mejor sorpresa en esta que que abrir el buzón, encontrar una carta y en ella unas fotos que certifiquen que aun estas vivo.
ResponderEliminarCierto es que en 1990 no todos llevaban una cámara encima como hoy, pero los fotógrafos, fotógrafos, creo que si la llevaban. ¡Y menos mal que así fue!
Un documento impagable amigo.
Un abrazo
Podríais usar esas fotos en la campaña por el Hospital de l´Esperança...
ResponderEliminarno entiendo por qué te escribían en chino o en tibetano en el vendaje, Paco.
¡Qué bueno que estás vivo!
ResponderEliminarUn abrazo desde el otro lado del Atlántico
C
PACO,ELS LEIQUEROS COM TU I EL AGUSTI,SEMPRE SERAN EL MILLORS AMICS,EN AQUE EPOCA EL AGUSTI FEIA SEVIR UNA UNA CANON,SINO MAL RECORDO EL DIA QUE TROBI ELS NEGATIUS DE UNES FOTS QUE LI BAIG FER A LA LES RAMBLES,JA VEURA QUIN FAR DE RIURE ES FOTRA,ABAM SI ELS TROBO EMB SEMBLA QUE DESPRES BAREN FER UN LLIBRE QUE ES DEIA ,24 HORAS EN LAS RAMBLAS,,,,,PERE MOSCOSOC C.
ResponderEliminarNo esta escrito ni en chino ni en tibetano, en el vendaje pone el día y la firma de la enfermera que hizo la cura,
ResponderEliminarjajaja
Me alegro ver que fue bien!
No te lo tomes a mal, pero estás más guapo ahora ;)
ResponderEliminarSegunda buena noticia del día: Ya tengo ADSL. La primera es que tu todavía sigues estupendamente.
Besos
Manuel, yo suelo mirar bastante hacia delante. Y coincido contigo que lo importante es salir.
ResponderEliminarJan, si que es un buen documento hecho por un amigo.
Un abrazo.
Tal como está todo, Liu, ya no podrían operar en el hospital de La Esperanza ahora. Y sobre lo del chino o tibetano-yo tampoco lo sabía-Espe nos lo ha aclarado.
Gracias C. Coincido contigo. Un abrazo.
Tu també ests dels que perd els negatius com l’Agustí, Pere?
Gracias Espe.¿Cómo sabes eso?
Madre mía...pero qué te quitaron...
ResponderEliminarNati, eres un sol. Y lo del ADSL es una noticia estupenda.
ResponderEliminarEl bazo Paco. La verdad es que nunca lo he echado de menos, pero de algo servirá, digo yo.