FOTOS DESDE MI VENTANA. EL HOMBRE DE LAS MANOS ENSANGRENTADAS.

Hace unos pocos días, me hacía eco en Facebook del artículo de Maruja Torres en el País Semanal en que decía: “Bajaré de mi azotea cuando acabe junio. Pero déjenme en paz hasta entonces”.
Yo lo modificaba un poco y escribía: “Bajaré de mi terraza cuando acabe el verano. Y seguiré fotografiando vencejos. Pero déjenme en paz hasta entonces.”

Pero resulta que, viendo la cantidad de cosas que suceden bajo mi ventana, creo que además de fotografiar vencejos, podría crear una agencia de fotos sin tener que salir del piso.

El sábado sobre las 13 h llegaba a casa, pero la acera estaba tomada por los Mossos d’Esquadra, la policía autonómica catalana, que no dejaban pasar a los transeúntes. Sentado en una silla había un hombre con las manos ensangrentadas y el suelo lleno de sangre. Subí corriendo y me posicioné en la ventana cámara en ristre. Al poco llegó una ambulancia y sucedió la escena que os muestro en las fotos.

Pensé por un momento colgar las fotos y dejarlo tal cual, pero me pudo el espíritu periodístico y después de comer bajé al bar de la esquina en donde había estado sentado el hombre en cuestión. Pedí un café y no me costó nada enterarme de todo. “La culpa es del After Hours ese del que salen todos colocados a las 12 del mediodía” me explicó el encargado. “Han llegado dos individuos y se han peleado. Todo ha sido por una tía” y apostilló “las tías siempre tienen la culpa de todo. Luego, no sé si en la pelea o aposta, se ha cortado con un cenicero roto”

¡Hay que ver las cosas que llegan a pasar debajo de mi ventana!