A mi me ha pasado en numerosas ocasiones. Cuando me he enfrentado a situaciones difíciles la cámara fotográfica me sirve de escudo tras el que protegerme.
Estas reflexiones vinieron a mi mente al ver las fotos de Claudia. La historia empezó al recibir un e-mail de Claudia Maccioni. Claudia había sido alumna de Quim Roser y mía en la especialidad de reportaje fotográfico que ambos impartimos en IDEP. Al finalizar el curso, volví a ver a Claudia que me pidió consejo sobre la posibilidad de hacer unas prácticas como fotógrafa en la agencia France Presse en Israel. Se lo aconsejé encarecidamente y a su vuelta me enseñó unas fotos estupendas entre las que brillaba con luz propia un reportaje sobre una boda de musulmanes drusos en la frontera con Siria.
Creí que sería algo similar, pero no. Claudia me escribía que le habían detectado un cáncer de mama, había decidido fotografiar todo el proceso y me preguntaba si tenía buenas referencias de la revista Yo Dona a quienes les había interesado el tema.
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Estas reflexiones vinieron a mi mente al ver las fotos de Claudia. La historia empezó al recibir un e-mail de Claudia Maccioni. Claudia había sido alumna de Quim Roser y mía en la especialidad de reportaje fotográfico que ambos impartimos en IDEP. Al finalizar el curso, volví a ver a Claudia que me pidió consejo sobre la posibilidad de hacer unas prácticas como fotógrafa en la agencia France Presse en Israel. Se lo aconsejé encarecidamente y a su vuelta me enseñó unas fotos estupendas entre las que brillaba con luz propia un reportaje sobre una boda de musulmanes drusos en la frontera con Siria.
Creí que sería algo similar, pero no. Claudia me escribía que le habían detectado un cáncer de mama, había decidido fotografiar todo el proceso y me preguntaba si tenía buenas referencias de la revista Yo Dona a quienes les había interesado el tema.
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Supongo que mucha gente ajena al foto-periodismo no lo entenderá, o que se trata de vender morbo, o cualquier otra cosa. Como lo de Emilio Morinati fotografiando su pie amputado en una camilla, mientras lo trasladaban.
ResponderEliminarA los que no nos es tan ajeno, no sólo lo entendemos, sino que (al menos yo) pensamos que haríamos lo mismo. Si no somos capaces de fotografiar una de las experiencias más importantes de nuestra vida, ¿para qué demonios queremos una cámara?
Piel de gallina...
ResponderEliminarCuando te aconsejan fotografiar lo cercano, te dicen que no hace falta ir a la otra punta del mundo para hacer buenas historias, quizá cuando dicen cerca, sea más cerca de lo que pensamos. Fotografiarse a uno mismo debe ser muy complicado.
ResponderEliminarÁnimo a Claudia y suerte con el libro.
Claudia es muy valiente, por que hace falta mucho valor para enfocar una historia tan personal tal y como ella ha hecho. Felicidades por el final feliz de la historia y ánimo con el libro.
ResponderEliminarhay algo muy importante en este reportaje, y es que LA HISTORIA HA ACABADO BIEN, lo cual puede darles moral y esperanza a muchas mujeres que estan pasando por tan dificil trance.
ResponderEliminarla esperanza y el espiritu batallador, mas el entorno y el apoyo de los tuyos, son vitales.
Cristina Hoyos, la gran bailaora, pasò por lo mismo, y lo cuenta en un libro
me contaba que le costaba y le dolìa un montòn levantar los brazos, por culpa de la cicatriz, pero recièn operada siguiò bailando.
BIEN POR CLAUDIA, SALUD Y SUERTE.
COLITA
Ánimo con la fotografía y me alegro que el problema de Cecilia haya tenido un final feliz. Seguramente conocer el problema de cerca le da al reportaje más calidad humana porque no se va a buscar el morbo gratuito.
ResponderEliminarPara mi Claudia ha sido muy valiente. Yo también pasé un cáncer hace una año y medio, fue de piel y en la cara (bastante obvio de fotografiar) y no tuve valor para hacerlo.
ResponderEliminarAsí que...me alegro por la apuesta de Claudia y me alegro mucho por su recuperación!!
Enfrentarse a uno mismo con la cámara no suele ser un proceso fácil y tal vez hace falta cierto valor, pues supone aceptarse como se es, con todas nuestras fragilidades.
ResponderEliminarHace cinco años también me detectaron un cáncer, en este caso de próstata, en vísperas de viajar a Venecia. Creo que la cámara me ayudó mucho a entender mi situación y a sentirme animado.
Me alegro de la recuperación de Claudia y admiro su valor. Esperemos que encuentre editor pronto y que podamos adquirirlo.
Uf, verdaderamente pone los pelos de punta...
ResponderEliminarMe alegro mucho que haya tenido un final feliz. Esperemos que tenga suerte con su proyecto del libro.
LO entiendo porque soy periodista, y entiendo a Claudia, pero me falta coraje para ver su trabajo. Creo que se merece apoyo.
ResponderEliminarLa cámara como una prolongación de nosotros mismos
ResponderEliminares lo que nos hace sentir muchas veces que trabajamos
con material humano.Y es lo que nos hace aguantar esta
profesión, en algunos momentos plasmando el dolor
de los demás y otras teniendo el valor suficiente para
ser el sujeto de nuestras propias imágenes.
Felicidades Claudia y adelante !!
Muchas gracias a todos!
ResponderEliminarHa sido duro pero ha valido la pena, este proyecto me ha llenado de fuerza e ilusión durante todos estos meses.
Espero encontar pronto el apoyo que necesito para el libro y así cerrar esta etapa.
Coincido con Colita, la historia es inspiradora para muchas mujeres que pasan por esa experiencia. ¡La esperanza es lo que salva más vidas! Creo que muchas mujeres y sus parejas encontrarán en este libro una oportunidad para encontrarse, descubrirse y sobre todo crecer juntos. Empezaré a buscarte posibles editores.
ResponderEliminarFelicidades Claudia.
Una amiga desde el otro lado del Atlántico
Gran esfuerzo el de Claudia y una vez mas la imagen ha sido capaz de cambiar las cosas, en éste caso de autoterapia, pero seguro, que si sale adelante el libro, podrá animar a muchas mujeres que se sientan identificadas con ella.
ResponderEliminarEstupenda historia. Muchas felicidades a Claudia si por casualidad leyera esto. Algo tiene la cámara que nos hace sobreponernos.
ResponderEliminarAhora me viene a la memoria tu entrada sobre las fotos en tiempos de Franco, cuando retiraban los murales y te encontraste solo.
es una historia de coraje, pero quizá más me parece una historia de solidaridad, amor, comprensión, cariño, la foto final con stefan es definitiva en este sentido. enhorabuena a ambos por el amor que rezuma la historia.
ResponderEliminarNo tengo mucho más que aportar después de todo lo que se ha dicho. Creo que Cesc lo resume a la perfección.
ResponderEliminarMe uno a todos en desear suerte a Claudia y felicitarla, otra vez, por su valor.
Un beso grande para Verónica. Vero, no sabía nada.
Un fuerte abrazo también para Francesc.
Gracias a la amiga del otro lado del Atlántico. A ver si hay suerte.
Coincido con Colita, Pilar y David en el valor del testimonio en primera persona de Claudia para ayudar a las personas que se encuentren en una situación similar.
Frikosal, algo de eso hay cuando hablaba del escudo, pero mi situación no puede compararse, para nada, con la de Claudia.
Y Andi, creo que lo resumes a la perfección: es una historia de coraje, pero sobretodo de amor.
Esta historia me afecta mucho porque guarda una cierta similaritud con algo que me ocurrió y que creo, tras el ejemplo de Claudia, que me acabaré animando a contar en estas páginas.
Una historia de ejemplo! Suerte Claudia!
ResponderEliminarClaudia espero que tengas mucha suerte y decirte que es muy valiente lo que has hecho, un beso y un saludo desde Gernika.
ResponderEliminarHibai
Os recomiendo este libro del 2004, Recuperar la luz, es la experiencia de Rosa Ramiro en foto y día a día desde que le detectan el cancer, leucemia, hasta su recuperación, actualmente está completamente sana y feliz...
ResponderEliminarhttp://www.mestizo.org/libreria/recuperar.html
Sirven sólo unas cuantas fotos y un breve comentario a esta muchacha extraordinaria, para comunicar el valor, la tenacidad y voluntad de vivir.
ResponderEliminarSin duda será un estímulo para aquellos que están en la misma situación.
suerte Claudia
Hola Claudia, me ha gustado mucho tu trabajo y tu cuento, q cuando lo he leido en YO DONA mientras lo leya me estaba acordando paso a paso mi experiencia hace dos años con un LINFOMA NO HODKINS de curto grado y yo si tambien me fotografie en todo momento y no solo a mi tambien a muchos pacientes q estaban conmigo en la sala de hospital de dia.
ResponderEliminarPara mi ha sido un aexperiencia fenomenal diferente interesante llena, tanto me ha gustado q la proxima semana ya empiezo un reportaje fotografico en esa misma sala para poner en evidencia la labor que hacen todo el personal de esa misma sala, recojer los momentos mas bonitos de complicidad y cariño entre el paciente, (a veces terminal) y el personal, evidenciar esto aspecto y publicarlo, yo soy fotografo desde hace ya muchos años pero solo se fotografiar, lo que me falta es saber como se publica un reportaje de estas dimensione y tema.
Me gustaria que alguien y mejor algun periodista que pueda escribir, pudiese aiudarme a hacerlo, si alguien se anima estos son mis contactos: Paolo Lutzu tel. 663.604.248 - mail: buddiu1@hotmail.com - y enhorabuena a Claudia por su coraje y por contar su experiencia. Gracias a todos anticipadamente. Paolo
Tu historia me toca muy en profundo Clàudia.Ademàs porqué tu nombre es el mismo que yo, tu nombre de familia es el mismo que yo y naciste el mismo dia que yo.
ResponderEliminarLo maravilloso es que las dos nos encantamos mirando el mundo desde la ventanilla de una camera, como para esconderse, como para querer a lo que hay delante de nosotras.espero conocerte un dia.gracias, claudia.
Me olvidé de dejarte un contacto, por si te mola decirme algo: c.maccioni80@tiscali.it
ResponderEliminar+39 3479301558
Hasta la que viene