RÉPLICA DE JORGE RIBALTA ACERCA DE LOS ARCHIVOS CENTELLES Y MISERACHS

Me ha llegado este escrito de Jorge Ribalta en relación al post que publiqué sobre la cesión del archivo Xavier Miserachs al MACBA. Debido al interés del tema lo reproduzco en el blog.

Mi intervencion va orientada al debate sobre políticas públicas y no sobre practicas de los fotógrafos y sus familiares (sergi i octavi, una salutacio si llegiu aixo i que quedi clar que no parlo de vosaltres i em sap greu la mala traduccio de les meves declaracions feta a la premsa). Lo que dije fue que el caso Centelles ha "corrompido" el debate sobre el patrimonio fotografico porque falsea el núcleo de tal debate. Naturaliza un estado de cosas cuyo caracter normativo me parece problemático, por no decir injusto y rechazable.

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El caso Centelles me parece el síntoma de una enfermedad institucional que aqueja a España. Mis razones son estas:

La política patrimonial aparece dominada por las guerras identitarias, en este caso entre Madrid y Barcelona. Territorializar el debate es una manera de dificultar o impedir el trabajo de conservación. Debería establecerse un consenso para evitar la instrumentalización identitaria del patrimonio común.

Pagar tan altísima cantidad por un archivo de negativos lo convierte en mercancía. No olvidemos que el archivo de un fotógrafo no es su obra, es su proceso, sus descartes. De un mismo archivo de negativos se pueden inventar múltiples autores. Su valor es histórico y académico, no de mercado. Un archivo no es una obra de arte.

Esta adquisición crea la ficción de dotar de gran valor económico a los archivos históricos en manos de los propios autores o de sus herederos, que se ven legitimados para especular con el patrimonio común. Esto impide plantear otras fórmulas de gestión de los beneficios producidos por el archivo que no pasen por un insostenible desembolso público. Y no nos engañemos, los beneficios que pueda generar la explotacion comercial de un archivo de un autor siempre seran escasos (no hablo de Getty Images, no confundamos).

Asimismo, esa desproporcionada valoración es inmoral en un contexto archivístico precario. ¿Porque hay tantos recursos para un solo archivo y no los hay para la multiplicidad de importantes archivos fotográficos desatendidos por toda España? Este desembolso esta totalmente fuera de contexto y crea un agravio comparativo cuando los archivos fotograficos son (y van a seguir siendo) la hermana pobre de las politicas patrimoniales.

Estos son algunos síntomas del "mal de archivo" que aqueja a España, donde las actuaciones responden en mi opinion a formas de clientelismo y oportunismo, no a una visión o plan general. Y esto no es exclusivo de la fotografía.

En mi opinión el mal va a continuar. En los próximos años nos vamos a volver a encontrar estas situaciones. Y, en la ausencia de una política nacional respecto al patrimonio fotográfico, todos los pasos que de el Estado seguirán siendo equivocados. Sobre todo porque el Estado no debería entrar en juego, es decir una politica en este campo debe orientarse a potenciar el trabajo de las instituciones y profesionales especializados, y nunca al protagonismo del propio Estado, que no deberia ser sino un facilitador, por asi decir. En el caso Centelles lo primero que deberia sorprendernos es justamente que sea una acción de Estado que se salta a las instituciones especializadas existentes. Si esto es cuestión de Estado, ¿para que queremos tales instituciones como los archivos y museos y para que queremos especialistas e historiadores pues?

Finalmente quiero dejar claro que me pronuncio como ciudadano y no en nombre de ninguna institucion (a la que no pertenzco). Y que simplemente doy una opinion en defensa del patrimonio fotográfico público.

Jorge Ribalta