FOTO: PILAR AYMERICH
Xavier Miserachs es noticia debido al acuerdo alcanzado por sus hijas Arena y Mar con el MACBA (Museu d'Art Contemporani de Barcelona) para despositar allí su archivo fotográfico. Mañana escribiré unas reflexiones sobre esto, pero antes querría contaros mis recuerdos de Xavier Miserachs a quién conocí muy bien. Oriol Maspons, siempre que me presenta, dice que yo era el discípulo preferido de Miserachs, lo que me llena de orgullo.
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MIS RECUERDOS DE XAVIER MISERACHS.
Xavier Miserachs es noticia debido al acuerdo alcanzado por sus hijas Arena y Mar con el MACBA (Museu d'Art Contemporani de Barcelona) para despositar allí su archivo fotográfico. Mañana escribiré unas reflexiones sobre esto, pero antes querría contaros mis recuerdos de Xavier Miserachs a quién conocí muy bien. Oriol Maspons, siempre que me presenta, dice que yo era el discípulo preferido de Miserachs, lo que me llena de orgullo.
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MIS RECUERDOS DE XAVIER MISERACHS.
Conocí a Xavier Miserachs hará unos 40 años. Todavía recuerdo como si fuera hoy aquél día. Yo era un adolescente a quién empezaba a fascinar la fotografía y que combinaba el inicio de sus estudios en la Facultad de Económicas con inmersiones cada vez más largas en el laboratorio, en donde asistía maravillado al nacimiento de las imágenes latentes. Pertenecía a la Associació Fotogràfica de Catalunya y aquella tarde Miserachs hizo un pase de diapositivas sobre su reciente viaje a Africa en el que había fotografiado a una tribu de pigmeos. Llevaba un jersey Fred Perry negro y una larga bufanda de vivos colores. Sus fotos eran apasionantes y Miserachs un excelente narrador, ameno y con un sentido del humor rebosante de ironía.
Todavía buscando mi camino fotográfico, bastante perdido entre esteticismos vacíos de contenido, mi primer encuentro con Xavier Miserachs me marcó profundamente. Buscando fotos suyas encontré su libro “Barcelona blanc i negre” y quedé totalmente impresionado por sus imágenes frescas, impactantes y llenas de vida. Miserachs parecía moverse con igual desenvoltura entre los gitanos del Somorrostro que entre las clases altas de la ciudad. Este libro cambio mi vida y decidí lanzarme de lleno a la práctica de la fotografía.
En los años siguientes realicé por mi cuenta un par de reportajes fotográficos sobre el Ulster y la “Revolución de los claveles” en Portugal que tuvieron una cierta repercusión y que enseñé a Xavier Miserachs. Generoso como era, Xavier siempre se preocupó de ayudar a las generaciones de fotógrafos más jóvenes que venías detrás de él. A partir de entonces entre nosotros nació una buena amistad que se concretaba en regulares invitaciones a comer en su casa de la Carretera de les Aigües y en frecuentes partidos de tenis en el club de la Salud, que debo reconocer, solían decantarse casi siempre de su lado. No en vano, siempre se enorgullecía de que formando parte del equipo del club de tenis Palafrugell ,en el campeonato de Catalunya, eliminaron al poderoso Barcelona , que ya contaba en sus filas con algún futuro Copa Davis.
Xavier era a mis ojos lo más parecido a un fotógrafo de Magnum o Life, cuyas carreras seguía atentamente en aquella época. Había casi acabado la carrera de medicina, que abandonó para dedicarse plenamente a la fotografía.Como enviado especial de la revista Triunfo ya había fotografiado la entrada de los tanques rusos en Praga y el Mayo del 68 en París.
Miserachs hablaba varios idiomas y estaba plenamente integrado en el mundo cultural de la época, en la que se llamó “gauche divine” y en donde se encontraban empresarios como Oriol Regás, escritores como Vázquez Montalbán, Joan Marsé o Rosa Regás, modelos como Teresa Gimpera y fotógrafos como Oriol Maspons y Colita. Otra de sus aficiones, la música moderna, hicieron que se ocupara personalmente de la música de discotecas como Bocaccio y más tarde de Up and Down, viajando frecuentemente a Londres y Nueva York para estar al tanto de las últimas grabaciones. Creó una escuela de fotografía dentro de la escuela Eina y su fuerte compromiso político y activa lucha contra el franquismo hizo que participara en el encierro colectivo de intelectuales y políticos en la iglesia de los Capuchinos de Sarriá.
Vivía por aquél entonces, con su primera mujer Isabel, en una torrecita sita en la falda de Collserola, junto a la Carretera de les Aigües. Su bien surtida biblioteca junto a la chimenea desde donde los ventanales ofrecían una amplia vista sobre la ciudad que se desparramaba a sus pies. Todo coincidía exactamente con la descripción que Manuel Vázquez Montalbán hacía en sus primeras novelas de la casa de Vallvidrera del detective Pepe Carvalho.
En esa casa, y en largas conversaciones, que no siempre versaban sobre fotografía, Xavier Miserachs se reafirmaba en su credo fotográfico y en la función, casi sagrada, que para el tenía la fotografía que él consideraba el medio de expresión ideal para el documentalismo, y siempre me ponía el ejemplo de que si nuestra civilización desapareciera y siglos después unos extraterrestres encontraran un archivo fotográfico, éste debería darles una clara idea de como había sido la civilización en nuestro tiempo. Xavier, de naturaleza tranquila, montaba en cólera cuando oía que unos “supuestos artistas” hacían una tirada limitada de una obra fotográfica y después destruían el negativo. Esto era para él el súmun de la idiotez y el no entender cual era la función de la fotografía.
Xavier e Isabel, tuvieron dos hijas, Arena y Mar, la casa de Vallvidrera se quedó pequeña y se compraron una preciosa masía en Esclanyà junto a Palafrugell. Esta casa siempre tuvo un significado especial para él hasta el final de sus días. Una de las últimas veces que le ví fue con motivo del entierro de Catalá Roca. Miserachs, generoso como siempre, volvió a reflexionar en voz alta : “ Qué mal os han tratado a los fotógrafos de vuestra generación . A nivel institucional la fotografía de reportaje se acaba con nosotros a principio de los años 70” . Se refería a Oriol Maspons, Colita y él mismo. (Para quien quiera ahondar sobre este tema le recomiendo lea el capítulo de su libro autobiográfico “ Fulls de contacte”, premio Gaziel de Biografies I Memòries 1997, en el que como si de una investigación policiaca se tratara, investiga el porqué a los organizadores de una exposición de toda su obra les interesa que esta se acabe en el año 1970).
A partir de entonces los acontecimientos se precipitaron. Seguía su evolución por él y por Arena, su hija mayor. Un detalle que ilustra muy bien como era Xavier fue que a pesar de su estado y pocas semanas antes de su muerte, intentó , casi sin fuerzas, acabar un libro sobre el Paseo de Gracia. Acompañado de su hija pequeña Mar, que le llevaba la bolsa de las cámaras, luchó hasta el final para cumplir con su último encargo. Incluso a pocos días del final, Coral, la mujer de Oriol Maspons, fue a visitarle y le encontró sentado en la cama rodeado de hojas de conctato. Podemos decir que Xavier murió con las botas puestas y rodeado hasta el final por sus dos hijas y la gente que más quería. Tuvo una vida plena y siempre recordaré como al discutir sobre los avatares de la profesión de fotográfo siempre acababa diciendo, ¿Y lo que me he divertido?
El tiempo, juez inexorable, acaba poniendo a todo el mundo en su lugar; y así como el paso del tiempo no tiene piedad con la “ obra” de “creadores” que en su momento se apuntaron a modas vacías y sin contenido, sólo hay que ojear libros de Xavier como ”Barcelona, blanc I negre“ o “Costa Brava Show”, para ver que fue un pionero en su época y que sus imágenes permanecen llenas de fuerza, vitalidad y creatividad. La temprana muerte de Xavier Miserachs, todavía con muchos años creativos y proyectos por delante, dejó un terrible vacío y se llevó a uno de los grandes fotógrafos del siglo XX.
Todavía buscando mi camino fotográfico, bastante perdido entre esteticismos vacíos de contenido, mi primer encuentro con Xavier Miserachs me marcó profundamente. Buscando fotos suyas encontré su libro “Barcelona blanc i negre” y quedé totalmente impresionado por sus imágenes frescas, impactantes y llenas de vida. Miserachs parecía moverse con igual desenvoltura entre los gitanos del Somorrostro que entre las clases altas de la ciudad. Este libro cambio mi vida y decidí lanzarme de lleno a la práctica de la fotografía.
En los años siguientes realicé por mi cuenta un par de reportajes fotográficos sobre el Ulster y la “Revolución de los claveles” en Portugal que tuvieron una cierta repercusión y que enseñé a Xavier Miserachs. Generoso como era, Xavier siempre se preocupó de ayudar a las generaciones de fotógrafos más jóvenes que venías detrás de él. A partir de entonces entre nosotros nació una buena amistad que se concretaba en regulares invitaciones a comer en su casa de la Carretera de les Aigües y en frecuentes partidos de tenis en el club de la Salud, que debo reconocer, solían decantarse casi siempre de su lado. No en vano, siempre se enorgullecía de que formando parte del equipo del club de tenis Palafrugell ,en el campeonato de Catalunya, eliminaron al poderoso Barcelona , que ya contaba en sus filas con algún futuro Copa Davis.
Xavier era a mis ojos lo más parecido a un fotógrafo de Magnum o Life, cuyas carreras seguía atentamente en aquella época. Había casi acabado la carrera de medicina, que abandonó para dedicarse plenamente a la fotografía.Como enviado especial de la revista Triunfo ya había fotografiado la entrada de los tanques rusos en Praga y el Mayo del 68 en París.
Miserachs hablaba varios idiomas y estaba plenamente integrado en el mundo cultural de la época, en la que se llamó “gauche divine” y en donde se encontraban empresarios como Oriol Regás, escritores como Vázquez Montalbán, Joan Marsé o Rosa Regás, modelos como Teresa Gimpera y fotógrafos como Oriol Maspons y Colita. Otra de sus aficiones, la música moderna, hicieron que se ocupara personalmente de la música de discotecas como Bocaccio y más tarde de Up and Down, viajando frecuentemente a Londres y Nueva York para estar al tanto de las últimas grabaciones. Creó una escuela de fotografía dentro de la escuela Eina y su fuerte compromiso político y activa lucha contra el franquismo hizo que participara en el encierro colectivo de intelectuales y políticos en la iglesia de los Capuchinos de Sarriá.
Vivía por aquél entonces, con su primera mujer Isabel, en una torrecita sita en la falda de Collserola, junto a la Carretera de les Aigües. Su bien surtida biblioteca junto a la chimenea desde donde los ventanales ofrecían una amplia vista sobre la ciudad que se desparramaba a sus pies. Todo coincidía exactamente con la descripción que Manuel Vázquez Montalbán hacía en sus primeras novelas de la casa de Vallvidrera del detective Pepe Carvalho.
En esa casa, y en largas conversaciones, que no siempre versaban sobre fotografía, Xavier Miserachs se reafirmaba en su credo fotográfico y en la función, casi sagrada, que para el tenía la fotografía que él consideraba el medio de expresión ideal para el documentalismo, y siempre me ponía el ejemplo de que si nuestra civilización desapareciera y siglos después unos extraterrestres encontraran un archivo fotográfico, éste debería darles una clara idea de como había sido la civilización en nuestro tiempo. Xavier, de naturaleza tranquila, montaba en cólera cuando oía que unos “supuestos artistas” hacían una tirada limitada de una obra fotográfica y después destruían el negativo. Esto era para él el súmun de la idiotez y el no entender cual era la función de la fotografía.
Xavier e Isabel, tuvieron dos hijas, Arena y Mar, la casa de Vallvidrera se quedó pequeña y se compraron una preciosa masía en Esclanyà junto a Palafrugell. Esta casa siempre tuvo un significado especial para él hasta el final de sus días. Una de las últimas veces que le ví fue con motivo del entierro de Catalá Roca. Miserachs, generoso como siempre, volvió a reflexionar en voz alta : “ Qué mal os han tratado a los fotógrafos de vuestra generación . A nivel institucional la fotografía de reportaje se acaba con nosotros a principio de los años 70” . Se refería a Oriol Maspons, Colita y él mismo. (Para quien quiera ahondar sobre este tema le recomiendo lea el capítulo de su libro autobiográfico “ Fulls de contacte”, premio Gaziel de Biografies I Memòries 1997, en el que como si de una investigación policiaca se tratara, investiga el porqué a los organizadores de una exposición de toda su obra les interesa que esta se acabe en el año 1970).
Pocos días después, aproveché la tranquilidad de la Semana Santa, para leer, más bien para devorar el ya mencionado libro de Xavier “ Fulls de contacte” . Encontrándome en el Empordá, cerca de Esclanyà, le llamé para decirle lo que me había gustado su libro y para pasar a verle. Hubo un momento de silencio y me preguntó :¿Te has enterado de lo mío? Fue entonces cuando me dijo que le habían diagnosticado un cáncer de pulmón . Tuve un presentimiento terrible. El libro de Xavier parecía una biografía póstuma, con un principio y un final y durante varios días no pude dormir.
A partir de entonces los acontecimientos se precipitaron. Seguía su evolución por él y por Arena, su hija mayor. Un detalle que ilustra muy bien como era Xavier fue que a pesar de su estado y pocas semanas antes de su muerte, intentó , casi sin fuerzas, acabar un libro sobre el Paseo de Gracia. Acompañado de su hija pequeña Mar, que le llevaba la bolsa de las cámaras, luchó hasta el final para cumplir con su último encargo. Incluso a pocos días del final, Coral, la mujer de Oriol Maspons, fue a visitarle y le encontró sentado en la cama rodeado de hojas de conctato. Podemos decir que Xavier murió con las botas puestas y rodeado hasta el final por sus dos hijas y la gente que más quería. Tuvo una vida plena y siempre recordaré como al discutir sobre los avatares de la profesión de fotográfo siempre acababa diciendo, ¿Y lo que me he divertido?
El tiempo, juez inexorable, acaba poniendo a todo el mundo en su lugar; y así como el paso del tiempo no tiene piedad con la “ obra” de “creadores” que en su momento se apuntaron a modas vacías y sin contenido, sólo hay que ojear libros de Xavier como ”Barcelona, blanc I negre“ o “Costa Brava Show”, para ver que fue un pionero en su época y que sus imágenes permanecen llenas de fuerza, vitalidad y creatividad. La temprana muerte de Xavier Miserachs, todavía con muchos años creativos y proyectos por delante, dejó un terrible vacío y se llevó a uno de los grandes fotógrafos del siglo XX.
Qué bien me ha sentado el atracón de lectura que llevo. Vengo de Apunta y Dispara y la cosa va de lo mismo, y antes he paseado por las primeras cincuenta fotos de Miserasch que el Macba tiene en flicrk.
ResponderEliminarMe voy a dormir con una sonrisa inabarcable, y un poco ansioso de ver la entrada de mañana.
Buenas noches y gracias.
Paco, me ha gustado mucho este post, muy emotivo y has transmitido fielmente con tus palabras tu admiración hacia él.
ResponderEliminarGracias por compartir estas experiencias.
Xavier Miserachs es un referente constante para todos los fotógrafos. Los que le conocimos y los que le conoceran (gracias a Arena, Mar y el Macba).
ResponderEliminarYo también recomendaría su libro: CRITERIO FOTOGRÁFICO,notas para un curso de fotograía. Ed Omega.
No tiene desperdicio.
Tuve la suerte de conocer a Xavier en una breve charla en Idep, que aproveché para que me firmara un libro suyo. Cruzamos algunas palabras, las suficientes para ver todo lo que transmitía y que tan bien nos cuentas hoy, Paco. Muy emotivo.
ResponderEliminarEstoy seguro, que no hay ningún fotoperiodista de nuestra generación que Xavier no fuera su referente,como persona y fotógrafo.Un beso a Arena y Mar.
ResponderEliminarPaco, un post ple de recança que m'ha fet rememorar un parell de llargues converses amb ell, a la seua casa d'Esclanyà, quan ja havia enviat a impremta Fulls de contacte i estava acabant de confegir Criterio fotográfico. Les converses amb ell sempre eren amenes, farcides d'anècdotes magnífiques. I les seues fotografies, impagables. A la meua prestatgeria, a més dels llibres esmentats, hi ha el Barcelona, blanc i negre, el Costa Brava show i alguna antologia que de tant en tant e mire amb delectació.
ResponderEliminarMu bonito!!!
ResponderEliminarPaco, las batallitas de mi abuelo sólo me importan a mi y a mi hermano -ni siquiera a mi prima- pero esto es otra cosa muy distinta. Lo que cuentas me hace pensar que me gustaría tener un tercer abuelo, o un padre fotográfico adoptivo llamado Xavier Miserachs :)
ResponderEliminarEs una de las entradas más interesantes que he leído en este diario, no sólo por lo que se puede aprender, si no sobretodo por el carácter tan humano que le has dado.
Paco, estas vivencias no se pueden quedar sólo en un blog...
ResponderEliminarUn abrazo.
Magníficas palabras y recuerdo a Miserachs, Paco, has conseguido emocionar de buena mañana, no sólo eres buen fotógrafo sino que cada día me gusta más tu sencilla y clara redacción.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con Miserachs en que si se acabara el mundo, fueran extraterrestres o terrícolas supervivientes, deberían encontrar, aunque fuera en una sola fotografía, una imagen clara del mundo en el que vivimos, esta extraña civilización tan llena de belleza y contradicción. Lo mismo digo de los textos literarios si se salvara un solo libro.
Y lo mismo digo de la bondad, que sobrevivirá.
Miserachs era un excelente fotógrafo y excelente persona, lo conocí poco, pero suficiente para saberlo. Y sin duda tuvo un buen alumno y amigo contigo. De ti pueden aprender bien las siguientes generaciones. Estás haciendo honor Paco, y me has emocionado.
Abrazo*
Gracias Paco por este sentido homenaje. Miserachs sigue siendo un referente para los más jovenes y no solo por sus imagenes, tambien sus libros son un importante estimulo para la honesta practica de la fotografia.
ResponderEliminarEs de agradecer la importante iniciativa de sus hijas y Macba para la difusión de su obra. Otros deberian seguir su ejemplo, porque al fin y al cabo las fotografias estan para disfrutarlas no para almacenarlas.
Un saludos.
No tuve la suerte de conocerle personalmente, pero si de aprender de sus fotos, en los dos años que viví en Barcelona a principios de los 70', antes de marchar a París. Sin duda es uno de los grandes referentes en la fotografía de reportaje de este país.
ResponderEliminarY pregunto : ¿son las instituciones publicas el lugar donde depositar los archivos fotográficos para su mejor conservación, gestión y conocimiento?
Quizás si, pero tengo mis dudas sobre la capacidad de esas instituciones, sobre todo cuando no existe ninguna a nivel nacional.
¿Debe velar el Ministerio de Cultura por la salvaguarda del patrimonio fotográfico español?
Dejo éstas preguntas para tu post de mañana.
Saludos
http://elfrancotiradormiope.blogspot.com/
Gràcies pel post que pels que no som professionals, ens acosta a aquest gran fotògraf. Vaig crèixer amb el Barcelona, blanco y negro i també amb el reportatge de l'Ulster (crec que publicat a Arte Fotografico) i vareu ser i sou encara uns referents.
ResponderEliminarEspero l'exposició d'en Miserachs...que gràcies a les seves filles podrem gaudir.
Per què els nostres grans fotògrafs no s'exporten més? , potser per que ni al nostre pais no han estat prou valorats?
Cuantas fotos míticas nos ha dejado. Me apunto estos libros, Paco.
ResponderEliminarUna suerte conocer a un maestro y un maestro así. A veces conocemos a gente que nos deslumbra y lo interesante es compartir con personas que nos alumbren como tu Paco has contado de Miserachs.
ResponderEliminarDe sus muchas fotos siempre recuerdo la del piropo. La primera vez que la vi pense: "joder qué sabor y qué fuerza tiene".
Salud para todos.
Gracias Paco por compartir este post. Me hubiera gustado tener la suerte que tu tuviste de conocer de cerca a Xavier Miserachs. Por lo que comentas y deduzco, hoy en día hubiera echado pestes como yo por la dirección que ha tomado ya hace años el festival Foto España. Me gustaría saber que opinas tu de esto y no se si daría para varios post... Un saludo a todos.
ResponderEliminarÉs un post molt sentit, Paco. Només puc dir que em moro de ganes de fer-me amb els llibres que anomenes i de veure les fotos al MACBA.
ResponderEliminarGràcies.
Per cert, a mi també m'agradaria saber que penses del Photo España
ResponderEliminarEstoy leyendo su "Criterio fotográfico", es muy bueno, de una gran lucidez. Debió ser muy inteligente.
ResponderEliminarEra molt estimat a Palafrugell i un gran referent pels que començavem. Un gran home, bondadós i sempre disposat a col·laborar en qualsevol referent a la fotografia.
ResponderEliminarGràcies Paco per aquest post tan emotiu en nom dels que encara treballem per mantenir viva la seva memòria.
Comissió Biennal de Fotografia Xavier Miserachs.
Casi me has dejado sin palabras, como que ni me atrevo a expresar nada después de leer tu magnífico post, ¿sabes que "redactas" muy bien?, si lees con entusiasmo algo, que te está haciendo "vivir" todos los momento descritos eso es "buena literatura",es lo que tu has demostrado y has sabido transmitirnos.
ResponderEliminarLógicamente yo no lo conocí pero lo he conocido lo suficiente para tener admiración por él gracias a ti.
Me gustaria conocer su fotografia, pero veo que tengo muchas referencias.
Gracias Paco hoy ha sido un dia fotográfico en estado puro
Maribel
Que gran entrada Paco. Que más puedo decir al respecto.
ResponderEliminarUn abrazo
Viendo y leyendo la obra de Xavier muchos nos hicimos fotógrafos. Cuando le escuchabas, salías con ganas de trabajar y emularle. Era próximo, docente y tenía un gran corazón. Un ejemplo a emular, por suerte, con amplia bibliografía publicada. Perdonar si me equivoco porque paso poco por Barcelona pero... ¿la sala "Xavier Miserachs" del Palau de la Virreina continúa llamándose así? Si le han quitado el nombre, me gustaría saber quien fue el iluminado. Me pareció no verlo la última vez que estuve allí
ResponderEliminarSí Tino. Un "iluminado" la ha trasladado al piso de arriba, a una habitación que Colita ha definido como "el cuarto de las escobas".
ResponderEliminarImpresionante entrada Paco, rebosa admiración y destila la misma generosidad que elogias de Xavier. Un fantástico tributo.
ResponderEliminarJordi
Hola Paco, impresionant el post, fa possar la pell de gallina, m'entres observaba cara paraula, que as escrit ja m'inmaginava la situaciò d'aquestes xerrades entre tu i en Xavier, jo com que amb considero fotograf aficionat d'ultima fornada, no he tingut la sort de coneixer en xavier, però gracies a gent com tu, en Martin etc,,, ens doneu l'oprtunitat de saber mes sobre aquesta gent, i si ara el magba ens don l'oportunitat de poder veure el treball d'en xavier serà una sort per nosaltres.
ResponderEliminargràcies.