Llueve, llueve y llueve. Miro por mi ventana antes de irme a dormir y la calzada vuelve a estar cubierta de hojas muertas, aunque ya no pertenecen al otoño: acabamos de entrar en el invierno. La luz azulada del restaurante oriental rompe la tonalidad monocorde. Pero a diferencia de otras veces, ahora ya sé por qué cuando me levante no quedará ni rastro de esas hojas caídas.
Maldita lluvia...pobre el que tenga que limpiar la calle de ojas con este tiempo.
ResponderEliminaresta foto llama a la melancolía...
Saludos!
Bonita estampa otoñal metidos ya en el invierno. Me gusta el juego de luces y, por supuesto, las hojas. Una cosa curiosa es que cada vez los árboles se desprenden más tarde de su hojarasca, quizá por el cambio climático. Lo cierto es que tu ventana da mucho juego, y eso demuestra que a la mayoría nos falta imaginación para localizar los encuadres.
ResponderEliminarComo se suele decir, nunca llueve a gusto de todos, pero la verdad es que ya me está sobrando tanta agua: será porque en Andalucía no estamos preparados con las infraestructuras necesarias o porque somos especialmente propensos a vivir en la calle (y este tiempo nos lo impide) o simplemente, porque uno enjuicia desde un punto de vista siempre subjetivo, caprichoso o egoista, sin valorar el bien que este agua hará a otros.
ResponderEliminarEn cualquier caso, felicidades por tus fotos Paco y Feliz Navidad a todos.
Melancolía, lluvia, luces, hojas...Un poco de todo.
ResponderEliminarY si, la ventana sigue dando juego.¿Imaginación, experiencia, tiempo...? Tal vez algo de cada cosa.
Felices Fiestas a todos también.Ya van quedando menos.